lunes, 31 de marzo de 2014

1° ESM "LOS PRIMEROS COMPAÑEROS DE SAN FRANCISCO"

LOS PRIMEROS COMPAÑEROS DE SAN FRANCISCO

Primeramente se ha de considerar que el glorioso messer San Francisco, en todos los hechos de su vida, fue conforme a Cristo bendito; porque lo mismo que Cristo en el comienzo de su predicación escogió doce apóstoles, llamándolos a despreciar todo lo que es del mundo y a seguirle en la pobreza y en las demás virtudes, así San Francisco, en el comienzo de la fundación de su Orden, escogió doce compañeros que abrazaron la altísima pobreza. Y lo mismo que uno de los doce apóstoles de Cristo, reprobado por Dios acabó por ahorcarse, así uno de los doce compañeros de San Francisco, llamado hermano Juan de Cappella, apostató y, por fin, se ahorcó. Lo cual sirve de grande ejemplo y es motivo de humildad y de temor para los elegidos, ya que pone de manifiesto que nadie puede estar seguro de perseverar hasta el fin en la gracia de Dios.
Y de la misma manera que aquellos santos apóstoles admiraron al mundo por su santidad y estuvieron llenos del Espíritu Santo, así también los santísimos compañeros de San Francisco fueron hombres de tan gran santidad, que desde el tiempo de los apóstoles no ha conocido el mundo otros tan admirables y tan santos. En efecto, alguno de ellos fue arrebatado hasta el tercer cielo, como San Pablo, y éste fue el hermano Gil; a otro, el hermano Felipe Longo, le fueron tocados los labios con una brasa, como al profeta Isaías; otro, el hermano Silvestre, hablaba con Dios como lo hace un amigo con su amigo, como lo hacía Moisés; otro volaba con la sutileza de su entendimiento hasta la luz de la sabiduría divina como el águila, o sea, Juan Evangelista, y éste fue el humildísimo hermano Bernardo, que explicaba con gran profundidad la Sagrada Escritura; otro fue santificado por Dios y canonizado en el cielo cuando aún vivía en la tierra, y éste fue el caballero de Asís hermano Rufino
Son once los compañeros de San Francisco que se le fueron juntando entre 1208 y 1209, antes de la aprobación pontificia de la «forma de vida»: Bernardo de Quintavalle, Pedro Cattani, Gil de Asís, Sabbatino, Morico, Juan de Cappella, Felipe Longo, Juan de San Costanzo, Bárbaro, Bernardo de Vigilanzio y Ángel Tancredi. El número de doce lo completaba Francisco, que nunca hubiera osado ocupar el lugar de Cristo entre sus «caballeros de la tabla redonda».

Actividad cognitiva:

Responder a las preguntas planteadas:
a) ¿A quién se le denomina “glorioso messer?
b) Nombra los hechos en la vida de San Francisco que se parecen a los de Jesucristo.
c) ¿Qué ocurrió con el hermano Juan de Cappela?
d) ¿Por qué razón fueron admirados por la gente los primeros hermanos de San Francisco?
e) En que se parece Fray Gil a San Pablo?
f) ¿Qué ocurrió con el hermano Felipe Longo?
g) ¿Qué fraile fue el mejor amigo de Dios?

h) ¡que de bueno tenía el humildísimo hermano Bernardo? 

2° ESM "FRANCISCO RECONSTRUYE SAN DAMIÁN".

III. FRANCISCO RECONSTRUYE SAN DAMIÁN.
Cómo reparó la iglesia de San Damián
La primera obra que emprendió el bienaventurado Francisco al sentirse libre de la mano de su padre carnal fue la construcción de una casa al Señor; pero no pretende edificar una nueva; repara la antigua, remoza la vieja. No arranca el cimiento sino que edifica sobre él, dejando siempre, sin advertirlo, tal prerrogativa para Cristo: Nadie puede poner otro fundamento sino el que está puesto, que es Jesucristo. Como hubiese retornado al lugar donde, según se ha dicho, fue construida antiguamente la iglesia de San Damián, la restauró con sumo interés en poco tiempo, ayudado de la gracia del Altísimo. Este es el lugar bendito y santo en el que felizmente inició la gloriosa religión y la eminentísima Orden de señoras pobres y santas vírgenes por obra del bienaventurado Francisco, unos seis años después de su conversión. Fue aquí donde la señora Clara, originaria de Asís, como piedra preciosísima y fortísima, se constituyó en fundamento de las restantes piedras superpuestas. Cuando, después de iniciada la Orden de los hermanos, ella, por los consejos del Santo, se convirtió al Señor, sirvió para el progreso de muchos y como ejemplo a incontables.
1. ¿Por qué Francisco se sintió libre de obrar?
2. ¿Por qué Francisco no destruyó la iglesia para construir otra mejor?
3. Si tu vida es la iglesia de San Damián ¿Qué es aquello que tendrías que reconstruir y aquello que tendrías que dejar?
4. ¿Qué es aquello que te impide hacer obras buenas en la vida? Enuméralas.

IV. Su Mendicación
a) Busca en el diccionario las siguientes palabras cuyo significado te ayudará a entender la lectura: Asequible, singularidad, afanar, compasión, molicie, mendigar, condumio, escudilla,
b) Lee con atención las siguiente lectura y subraya lo que te parezca más importante: Los alimentos, mendigados de puerta en puerta Desde que comenzó a servir al Señor de todos, quiso hacer también cosas asequibles a todos,
huyendo en todo de la singularidad, que suele mancharse con toda clase de faltas. Así, al tiempo en que se afanaba en la restauración de la iglesia que le había mandado Cristo, de tan delicado como era, iba tomando trazas de campesino por el aguante del trabajo. Por eso, el sacerdote encargado de la iglesia, que lo veía abatido por la demasiada fatiga, movido a compasión, comenzó a darle de comer cada día algo especial, aunque no exquisito, pues también él era pobre. Francisco, reflexionando sobre esta atención y estimando la piedad del sacerdote, se dijo a sí mismo: "Mira que no encontrarás donde quieras sacerdote como éste, que te dé siempre de comer así. No va bien este vivir con quien profesa pobreza; no te conviene acostumbrarte a esto; poco a poco volverás a lo que has despreciado, te abandonarás de nuevo la molicie. ¡Ea!, levántate, perezoso, y mendiga condumio de puerta en puerta". Y se va decidido a Asís, y pide cocido de puerta en puerta, y, cuando ve la escudilla llena de viandas de toda clase, se le revuelve de pronto el estómago; pero, acordándose de Dios y venciéndose a sí mismo, las come con gusto del alma. Todo lo hace suave el amor y todo lo dulce lo hace amargo.
c) Resume la lectura usando solo las frases subrayadas y dándole el sentido respectivo:
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d) Responde las siguientes preguntas:
¿De qué huía San Francisco? ¿Por qué?
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¿Qué le daba apariencia de campesino a San francisco?
¿Quién le daba comer de San Francisco y por qué
¿A qué conclusión llegó San Francisco después de su reflexión? ........................................................................................................................................
¿Qué hizo San francisco después de su reflexión?
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¿Por qué San Francisco decidió renunciar a la comida que le daba el sacerdote?
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¿San Francisco tenía razón en hacer esto o no? Escribe dos razones que fundamente tu respuesta.  Ahora que ya hemos realizado el ejercicio juntos, puedes hacer este ejercicio solo: Lee la siguiente lectura, subraya las palabras nuevas y busca su significado en el diccionario para que entiendas bien la lectura:

3 ° ESM Capítulo de las esteras.

Capítulo de las esteras.
Las comunidades franciscanas fueron cada vez ampliándose, aumentando de hermanos. Casas para noviciados se abrían cada vez más y hubo hermanos que empezaron a introducir el rigor en la orden durante la ausencia de Francisco, quien había ido a Tierra Santa (Jerusalén) para participar de la 5ta Cruzada pero de forma pacífica, propagando el Evangelio. Existió así, hermanos descontentos, apareciendo por aquí y por allá. En ese momento Francisco sintió la necesidad para reunir a todos los hermanos de la Orden, congregarlos para conocer sus necesidades, sus trabajos, aclarar la regla, pero sobre todo, oírlos y escucharlos. Invitó a todos los hermanos, cerca de cuatro mil, a reunirse durante la festividad de Pentecostés del año 1217 en el lugar de la Porciúncula. Fueron recibidos con la misma simplicidad con la que llegaron. Se armó todo un campamento para la cantidad de hermanos reunidos a aquel Primer Capítulo General de la Orden Franciscana, que se denominó el Capítulo de las Esteres por que el campamento estaba caracterizado por carpas hechas de esteras y bambú, durmiendo en la tierra, protegiéndose del sol y la intemperie. Se alimentaban gracias a la caridad de los pobladores de Asís, que iban día tras días llevándoles alimento. Finalizados los acuerdos legales y agradecidos espiritualmente, los hermanos partieron nuevamente a sus tierra.

Tres mil frailes
(30 de mayo - 8 de junio, 1221). Fue el más multitudinario de los llamados capítulos "de las esteras" (1217, 1218, 1219 y 1221). Según fray Jordán de Jano, que estuvo presente, participaron unos tres mil hermanos, entre profesos y novicios. Se alojaban en cobertizos de ramas secas y esteras, donde comían, repartidos en 23 grupos, correspondientes, probablemente, al mismo número de custodias en las que hubo que dividir las provincias, por razones prácticas. Los comarcanos contribuyeron generosamente con víveres, tanto, que al séptimo día se negaron a aceptar más y tuvieron que quedarse otros dos días, para consumir las existencias.

Celebraciones
En lugar del cardenal Hugolino asistió el cardenal Rainiero Capocci, en cuyo nombre, cada día,  presidía la eucaristía uno de los muchos obispos presentes. Francisco ejercía como diácono, proclamando el Evangelio. Este año se dirigió a todos los presentes con unas palabras basadas en el versículo del salmo 144 que dice: "Bendito sea mi Dios, que adiestra mis manos para el combate", exhortando a los hermanos a la paciencia y a ser modelo para todo el mundo. El ansia de mortificación de los hermanos era tal, que Francisco tuvo que prohibir que utilizaran argollas de hierro y cilicios, pues muchos enfermaban por ello, quedando incapacitados para la oración y otras actividades. Hasta 500 piezas dejaron los hermanos a los pies de Francisco, por mandato suyo.

Para resolver
Explica a qué se debe el nombre de Capítulo de las Esteras
Responde:
¿Cuál fue el objetivo del Capítulo de las Esteras?
¿Crees que son necesarias para la convivencia?

En tu grupo, ¿discuten sobre acuerdos o normas que deban de seguir?

4° ESM "LEGADO HISTÓRICO DE SAN FRANCISCO"

Cuestionario:
1. ¿Qué entiendes por legado?
2. ¿Alguna vez tuviste una herencia de alguien importante para ti?
Lee y comprende
LEGADO HISTÓRICO DE SAN FRANCISCO
Lee y subraya las ideas principales:
A ocho siglos del nacimiento de San Francisco, la Iglesia Católica que vivimos hoy es quizá su más importante legado. El pensador francés Ernesto Renán estaba convencido de que había tres movimientos decisivos en la historia de la humanidad: el nacimiento del Cristianismo, la Revolución Francesa y el Movimiento Franciscano. La vida religiosa entonces estaba prácticamente divorciada de la vida mundana. En las abadías, esos grandes centros culturales y espirituales, la contemplación, la expiación y la soledad eran características fundamentales. Francisco no era un religioso de inmovilidad, sino de acción, y éste es el secreto y esencia de toda la religiosidad moderna. Indispensable a la vida moderna es la acción. Hoy en día, nadie concibe a una religión en la que el predicar está alejado del actuar. Francisco cambia el apostolado de la plegaria y la expiación a la acción, no solamente reza o hace expiación, también actúa: va con los pobres, ayuda a los necesitados, trabaja. No es únicamente un santo contemplativo, aunque él quizá en un principio hubiera preferido darse a la contemplación de las cosas divinas (y su época en muchos modos lo ayudaba a ello), de manera sobrenatural sabe que tiene que hacer algo y no solo contemplar a Dios. En lugar de aislarse o apartarse, desciende a las ciudades. Al entender que esto no era nada común en su tiempo, entendemos porqué la gente lo veía como un loco y se reía de él. Nadie había visto antes bajar de una abadía o de algún centro religioso a alguien que les predicara en las plazas o las calles. San Francisco enseña algo fundamental y absolutamente original para su tiempo: Cada quien puede ser un religioso aún en medio del mundo, porque entiende que celda es el corazón y no monasterio apartado. Al mismo tiempo conserva toda la experiencia religiosa del pasado: espíritu de expiación, amor a la soledad de los anacoretas, el amor del rezo litúrgico, el anhelo de la contemplación, el hábito del trabajo y la oración. Una de las características esenciales de cualquier santo es el Amor. Lo importante y lo que distingue a cada uno es el modo de amar. El modo de San Francisco es concreto, es renuncia, tiene su desarrollo en la acción y en la pobreza. El más pequeño de los hijos de Dios responde a las dos grandes exigencias de su época: reforma evangélica y revalidación cristiana de la acción. Inicia un auténtico renacimiento, no el de la concepción del mundo clásico, sino el renacer del hombre a un orden nuevo, a una vida nueva, instalada en Cristo, pero en una forma nueva. San Francisco deja al mundo como legado el dar sentido al mundo de algo que con frecuencia no logra comprender: la felicidad sobrenatural del Evangelio. Comprendiendo toda la labor de Francisco, podemos decir que Legado, es una forma de transmitir bienes o derechos tras la muerte de una
persona (mortis causa).

Compromiso:

Elabora un acróstico, dando gracias a Dios por este gran Santo nuestro.

5° ESM "PROVINCIA DE LOS XII APÓSTOLES DEL PERÚ"


La Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú es una institución franciscana que forma parte de la Orden de Hermanos Menores, fundada por San Francisco de Asís en el siglo XIII, y que poco a poco se extendió, hasta llegar a América en el siglo XV asumiendo los retos y desafíos que significaba un territorio desconocido. Están regidos por una Regla escrita por San Francisco, la cual orienta su forma de vida en todo el mundo, además de las Constituciones Generales de la Orden que les permiten organizarnos entre los hermanos y los servicios que brindan en donde los necesitan y están presentes.
Pasados los primeros tiempos, se va consolidando y caracterizando el estilo de trabajo de los franciscanos, quienes se interesan por  el pueblo a través de su educación y formación religiosa, donde los niños y los jóvenes compartirán con los frailes sus dones y habilidades contribuyendo ambos a la concreción de una cultura nueva. En el siglo XVI los franciscanos nuevamente se ponen en camino, llevados por la sed de evangelizar y compartir su experiencia dirigiéndose hacia el sur; llegando a nuestro país el año de 1531 junto con Don Francisco Pizarro e inmediatamente se dedicarán  a defender a los pobladores de estas tierras, enfrentándose inclusive a los españoles por su forma de tratarlos. El primer centro de operaciones de los franciscanos en el Perú será Cajamarca con Fr. Mateo de Jumillas, conocido como el apóstol de Cajamarca, el mismo que se dedicará a realizar su trabajo en la sierra norte y parte de la selva.
Los frailes irán integrándose a la cultura de estas tierras, con la experiencia de trabajo tenida en América del norte (México) establecerán centros de formación cristiana, donde los hijos de los Caciques y principales de los pueblos, eran educados, y a su vez ellos compartían sus conocimientos del idioma quechua, aymara y diferentes dialectos de la selva, lo cual facilitará la interrelación con los frailes y por consiguiente con los españoles. Lo curioso será que los indígenas no querían recibir a nadie más, que no sea un fraile franciscano, porque confiaban en ellos y sabían que no iba abusar, al contrario siempre buscaría lo mejor para ellos, lo cual despertó la ira contra los frailes franciscanos entre los españoles, llegando a verlos como un peligro para sus intereses.
El año de 1553 se crea la Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú, bajo el patrocinio de los Apóstoles San pedro y San Pablo, teniendo como sede principal Quito y posteriormente Lima. A partir de ello se organizará el trabajo pastoral  y presencia franciscana en los departamentos del Cusco, Ayacucho, Junín, Arequipa, Cajamarca, La libertad. Desde donde partirán los misioneros a los diferentes pueblos del interior de nuestro país, que aún hoy son recordados por sus grandes aportes no sólo religiosos, sino para la geografía, hidrografías e historia peruana. En sus 460 años de fundación y más de presencia franciscana, ha tratado de mantener firme el carisma franciscano en cada uno de los trabajos encomendados.
En el ámbito educativo, el primer colegio franciscano será el de la ciudad del Cusco que en la actualidad tiene más de 321 años; en la perspectiva pastoral franciscana la educación es una actividad principal, pero no la única, a través de los años, se ha ido consolidando el servicio a los más necesitados mediante la implementación de  comedores para niños y adultos, consultorios médicos, de pastoral juvenil y grupos parroquiales en parroquias encargadas a los franciscanos y en lugares de culto llamados santuarios. Todos los hermanos fortalecen su vocación en el servicio a Dios, viviendo el evangelio en fraternidad, con responsabilidad y dedicación orientada hacia todos los hermanos que  necesitan de Dios.
A ésta Provincia de los Doce Apóstoles y sobre todo a sus religiosos se le debe la formación e identidad nacional de los pueblos y villorrios más recónditos de nuestro país, y por donde se visite, se encontrará la huella histórica de la presencia humilde y señera de los hijos de San Francisco, aunque aún falte mucho por recuperar parte de la memoria histórica, es necesario dedicar un poco de nuestras inquietudes para conocer y poner en valor el trabajo y sacrifico de los frailes a lo largo de los siglos, que en el silencio del tiempo de su esfuerzo que la gente sencilla y humilde conserva el recuerdo y aprecio por el habito franciscano y añoran los otrora pasos misioneros que llegan a rescatar las almas para el Divino Hacedor.
En la actualidad la Provincia está organizada en:
° Ministro Provincial:
Fr. Enrique Segovia Marín Ofm.
° Vicario Provincial:
Fr. Juan Apumayta Bautista Ofm.
° Definidores Provinciales:
Fr. Guido Zegarra Ponce Ofm.
Fr. Dante Montoya Peña Ofm.
Fr. Ernesto Chambi Cruz Ofm.
Fr. Neri Menor Vargas Ofm.
Fr. Rodolfo Ibáñez Neira Ofm.
° Ecónomo Provincial:
Fr. Ernesto Chambi Cruz Ofm.
° Secretario Provincial:
Fr. Tomás Valencia Minaya Ofm.
La presencia de los frailes está organizada en Conventos, Parroquias, Santuarios y Colegios en: Piura, Trujillo, Lima, Huancayo, Arequipa, Cusco, Puno, Tacna y hoy en día asume un nuevo reto la selva peruana; haciendo un total de 20 guardianías o fraternidades, 11 parroquias y santuarios, 10 colegios y 01 Cetpro donde laboran 130 hermanos.

Como en el pasado, el compromiso y el testimonio de hermanos menores está presente, la obra misional de la Provincia se da en diversos proyectos franciscanos como la Pastoral educativa con la formación de niños y jóvenes; la Pastoral Parroquial donde implica un proyecto de evangelización a niños y jóvenes, agentes pastorales, adulto mayor y feligresía; la enseñanza técnica en los Ceptpros, el acompañamiento a la Vicaria China y el proyecto de vida fraterna desde los conventos insertos en nuestra población peruana.

domingo, 23 de marzo de 2014

Sexto EPM: "LOS PRIMEROS COMPAÑEROS DE SAN FRANCISCO"

Primeramente se ha de considerar que el glorioso messer San Francisco, en todos los hechos de su vida, fue conforme a Cristo bendito; porque lo mismo que Cristo en el comienzo de su predicación escogió doce apóstoles, llamándolos a despreciar todo lo que es del mundo y a seguirle en la pobreza y en las demás virtudes, así San Francisco, en el comienzo de la fundación de su Orden, escogió doce compañeros que abrazaron la altísima pobreza. Y lo mismo que uno de los doce apóstoles de Cristo, reprobado por Dios acabó por ahorcarse, así uno de los doce compañeros de San Francisco, llamado hermano Juan de Cappella, apostató y, por fin, se ahorcó. Lo cual sirve de grande ejemplo y es motivo de humildad y de temor para los elegidos, ya que pone de manifiesto que nadie puede estar seguro de perseverar hasta el fin en la gracia de Dios.
Y de la misma manera que aquellos santos apóstoles admiraron al mundo por su santidad y estuvieron llenos del Espíritu Santo, así también los santísimos compañeros de San Francisco fueron hombres de tan gran santidad, que desde el tiempo de los apóstoles no ha conocido el mundo otros tan admirables y tan santos. En efecto, alguno de ellos fue arrebatado hasta el tercer cielo, como San Pablo, y éste fue el hermano Gil; a otro, el hermano Felipe Longo, le fueron tocados los labios con una brasa, como al profeta Isaías; otro, el hermano Silvestre, hablaba con Dios como lo hace un amigo con su amigo, como lo hacía Moisés; otro volaba con la sutileza de su entendimiento hasta la luz de la sabiduría divina como el águila, o sea, Juan Evangelista, y éste fue el humildísimo hermano Bernardo, que explicaba con gran profundidad la Sagrada Escritura; otro fue santificado por Dios y canonizado en el cielo cuando aún vivía en la tierra, y éste fue el caballero de Asís hermano Rufino
Son once los compañeros de San Francisco que se le fueron juntando entre 1208 y 1209, antes de la aprobación pontificia de la «forma de vida»: Bernardo de Quintavalle, Pedro Cattani, Gil de Asís, Sabbatino, Morico, Juan de Cappella, Felipe Longo, Juan de San Costanzo, Bárbaro, Bernardo de Vigilanzio y Ángel Tancredi. El número de doce lo completaba Francisco, que nunca hubiera osado ocupar el lugar de Cristo entre sus «caballeros de la tabla redonda».

Actividad cognitiva:

Responder a las preguntas planteadas:
a) ¿A quién se le denomina “glorioso messer?
b) Nombra los hechos en la vida de San Francisco que se parecen a los de Jesucristo.
c) ¿Qué ocurrió con el hermano Juan de Cappela?
d) ¿Por qué razón fueron admirados por la gente los primeros hermanos de San Francisco?
e) En que se parece Fray Gil a San Pablo?
f) ¿Qué ocurrió con el hermano Felipe Longo?
g) ¿Qué fraile fue el mejor amigo de Dios?
h) ¡que de bueno tenía el humildísimo hermano Bernardo?
EL VALOR DE LA AMISTAD
La amistad, como el amor, necesita cuidados diarios y detalles. No olvidemos que, igual que toda planta, crece poco a poco, hasta convertirse en un gran árbol. Muchos jóvenes no se preocupan por mantener y cultivar una amistad porque viven el momento, sin preocuparse mucho por el futuro y creen que lo que tienen nunca acabará. Están solos, pues sólo se preocupan de sus propias necesidades aunque aparentemente están rodeados de "amigos". El egoísmo que nos aturde actualmente, impide descubrir a esas personas que valen la pena mantener como amigos. El destino de una persona, puede estar determinado en gran medida, por la amistad. Un joven puede comprometer o asegurar su porvenir según las amistades que mantenga o rechace. Por algo existe el dicho: "Los hombres son falsos, si conviven con mentirosos; ruines, si conviven con avaros; y vanidosos, si se relacionan con presumidos". De la misma manera, podemos afirmar que las personas son virtuosas, si conviven con aquellos que practican las virtudes. La verdadera amistad, por lo tanto, se contagia, se aprende y se debe enseñar con el ejemplo. Los amigos terminan por ser los "libros del corazón". Únicamente cosecharemos amistad, en la medida en que hayamos sembrado amor comprensión y sinceridad con nuestros semejantes. Sin olvidar que la prueba de fuego de una verdadera amistad pasa, necesariamente, por la soledad. El Papa Juan Pablo II nos dijo en sus diversos documentos que la amistad no es un interés particular, sino una donación de uno mismo, de tiempo, de disponibilidad, de generosidad, de caridad. Así, para mantener una amistad toda la vida, debemos cultivar las siguientes virtudes: * La sinceridad y la franqueza. El amigo es alguien en quien siempre se confía. La mentira y la traición acaban al instante con cualquier amistad, por firme que haya sido. * El respeto al amigo tal como es. Dejarle que tenga plena libertad de actuación y no pretender jamás adueñarse de su voluntad. Ninguna forma de amor respeta tanto la libertad del otro como la amistad. * La generosidad. Es una virtud que, en la amistad, se da en forma natural y espontánea. Esta generosidad entre amigos, compartiéndolo todo, exige una necesaria dosis de respeto y delicadeza mutua. * La aceptación de fallos, defectos y limitaciones, sabiendo disculpar de la misma forma que uno desearía ser perdonado y disculpado por el amigo. No ayuda a mantener una amistad el sermonear o exhibirse como un ejemplo a imitar. * La amistad es una forma de amor que exige reciprocidad y se construye de encuentros diferentes, que son momentos de felicidad y gran intensidad vital. En estos encuentros, los amigos se complementan mutuamente y ven la misma realidad, del mismo modo. * Para cultivar una verdadera amistad, hay que tomar en cuenta que elegimos por amigo a quien se comporta bien con nosotros, a quien a nuestro entender también los demás apreciarán como tal. Nosotros, al mismo tiempo, nos comportamos de una forma ejemplar con el amigo, si seguimos los consejos de Jesucristo. ¿Qué estás dispuesto a hacer por la otra persona? La amistad es sacrificio y abnegación porque cuando alguien es amigo, es capaz de hacer cualquier cosa para ayudar. Si a las tres de la mañana te avisan que tu mejor amigo sufrió un accidente, sin pensarlo dos veces, te levantarás e irás al hospital a acompañarle. Es un sacrificio: el salir de noche, dejar de descansar, pero como existe una verdadera amistad, ni te cuestionas el esfuerzo. Cristo, el mejor modelo de amigo Si uno busca el amigo perfecto, se quedará sin amigos porque ni siquiera nosotros somos personas perfectas. No se puede ser perfeccionista cuando se quiere hacer amigos. Tomado de KOINONIA 1999

Primero ESM: ADOLESCENCIA Y JUVENTUD DE SAN FRANCISCO Y SANTA CLARA

La profunda amistad existente entre Francisco y Clara es lo que se podría llamar relación equilibrada entre dos personas de distinto sexo. Los estudiosos del Franciscanismo están de acuerdo en considerar a Clara como la "expresión femenina" del Franciscanismo, "imagen femenina del ideal franciscano", "versión femenina de la vida según el Santo Evangelio", "expresión de Francisco en su rostro femenino". De hecho, Francisco y Clara son como las dos caras de la misma moneda que, de manera perfectamente equilibrada, nos presentan el modo masculino y el modo femenino de vivir el Evangelio, modos diferentes, pero con el mismo amor, con la misma pasión, con la misma intensidad, con la misma radicalidad. Exactamente en esto consiste el equilibrio de la amistad de estas dos personas: ellas eran caras de una misma moneda, eran respectivamente expresiones masculina y femenina del mismo Evangelio. El punto de equilibrio no estaba situado en uno de los dos, sino en el Evangelio, realidad superior que atraía a ambos. No era uno el que atraía al otro, sino, al decir de la Leyenda de Santa Clara, "el Padre de los Espíritus atraía a ambos, aunque de modos diferentes".

Francisco amaba a Clara y viceversa. Se amaban con ternura, llenos de cuidados el uno para el otro. Pero este amor mutuo era superado por el amor de ambos por Dios, por Jesucristo, por el Reino. Este es el secreto de la relación casta y equilibrada de Francisco con Clara. Un cierto romanticismo decadente origina leyendas que no tienen ninguna base en las fuentes, y son fruto únicamente de la fantasía, que sólo sirven para lisonjear a los corazones vacíos. Este modo de ver la relación de los dos santos no tiene para nada en cuenta a las Fuente s. Estas son clarísimas mostrando que Francisco quiso conquistar a Clara no para sí, sino para Cristo: "Es grande el deseo de Francisco de encontrar a Clara y de hablar con ella para ver si, de algún modo, le fuera permitido arrebatar al mundo perverso esa noble presa y entregársela a su Señor". El propio Francisco, en sus coloquios con Clara, le habla en términos de nupcias con Cristo: "El destila en sus oídos la dulzura de las nupcias con Cristo, convenciéndola de guardar la perla de la castidad virginal para aquel santo Esposo, que por amor se hizo hombre". Y el deseo de Clara era exactamente "hacer de su cuerpo un templo sólo para Dios y merecer, con la práctica de las virtudes, las nupcias con el Gran Rey". Y cuando Francisco le cortó la cabellera y la vistió con el hábito de la penitencia "Clara se convirtió en esposa de Cristo". Por tratarse de alguien que quería desposar a Cristo, Francisco la trataba con la máxima discreción. Así, la Leyenda de Santa Clara habla de encuentros entre los dos: "El la visita, y ella lo visita más frecuentemente, regulando la frecuencia de los encuentros de manera que aquella atracción divina no fuese percibida por ninguna persona y que no surgieran murmuraciones públicas que la mancillaran". La discreción hacía que tanto Francisco como Clara llevasen a otra persona como acompañante. Exactamente esa misma discreción y reverencia llevó más tarde a Francisco a prohibir la entrada de hermanos en los monasterios de clarisas, con el fin de que no fuera manchada, con habladurías maliciosas, la relación de los hermanos con las Damas Pobres. Esta reverencia de Francisco se trasluce en los escritos que dejó a Clara y sus hermanas. En la última Voluntad escrita a Clara llama a las Damas Pobres "señoras mías". Este título era usado por los juglares y caballeros cuando se dirigían a las jóvenes y damas. Si Francisco tenía hacia Clara una reverencia propia de un caballero ante la esposa de Cristo, Clara, a su vez, profesaba a Francisco un amor filial. Al comienzo, ella lo escuchó como guía, confiándose enteramente a él, y, a partir de aquel momento, "su alma quedó toda ligada a sus santos consejos y acogía con corazón ardiente lo que le enseñaba en relación con el buen Jesús". Después pasó a tener un amor filial hacia él. De hecho, como dice G. Mancini, "Clara era la mujer nacida del alma de Francisco, la otra mujer que se convirtió en su hija... de ahí el hecho de que ella se sintiera la plantita de Francisco". Es Clara quien se llama a sí misma " la plantita de san Francisco".
A partir de esta autodenominación de Clara, ese título aparece también en otras Fuentes. Ese título tiene su origen en la terminología bíblica. Dios es comparado con un agricultor que planta con amor una viña y cuida de ella con cariño. En el lenguaje bíblico hay toda una relación afectiva que liga al agricultor a su planta. Así Clara siente el cuidado y el afecto que Francisco tenía por ella. Por eso, Clara llama a Francisco no sólo su fundador, sino también plantador de la Segunda Orden. En los escritos de santa Clara se patentiza su relación filial con san Francisco. Se refiere a él casi siempre con el apelativo "nuestro padre Francisco". En ningún lugar de sus escritos lo llama hermano. Este lenguaje traduce, pues, la relación y el tipo de afecto que ligaba a Clara con Francisco. No sólo el lenguaje de las palabras muestra esta relación. También el lenguaje de los sueños, que deja fluir los símbolos del inconsciente hacia el consciente, presenta a Clara lo que significa la realidad Francisco. Como cuenta un testimonio del Proceso de Canonización (lll, 29), Clara soñó que Francisco la amamantaba a su pecho. Dar el pecho es el símbolo del amor que nutre, que sustenta y da vida, que da de su propia vida. Así Clara veía a Francisco: un jardinero que tenía para su plantita no sólo sentimientos de padre, sino también cuidados de madre.

Reflexión:
1. Elabora una descripción de cómo te relacionas con los demás

2. ¿Porque los cambios del adolescente influye en la familia?

Segundo ESM: "FRANCISCO RENUNCIA AL PROYECTO DE SUS PADRES".


Cómo su madre lo liberó y cómo se despojó de sus vestidos ante el obispo de Asís
Sucedió, pues, que, teniendo su padre que ausentarse de casa por algún tiempo a causa de urgentes asuntos familiares y permaneciendo el varón de Dios encerrado en la cárcel de la casa, su madre, que había quedado sola con él, desaprobando el modo de proceder de su marido, habló con dulces palabras a su hijo. Intuyendo ella la imposibilidad de que éste desistiera de su propósito, conmovidas las entrañas maternales, rompió las ataduras y lo dejó libre par a marchar. El, dando gracias a Dios todopoderoso, volvió al instante al lugar donde había permanecido anteriormente. Muévese ahora con mayor libertad probado en la escuela de la tentación; con los muchos combates ha adquirido un aspecto más alegre; las injurias han fortalecido su ánimo; y, caminando libre por todas partes, procede con más magnanimidad. En el ínterin retorna el padre, y, no encontrándolo, se desahoga en insultos contra su mujer, sumando pecados sobre pecados. Bramando con gran alboroto, corre inmediatamente al lugar con el propósito, si no le es posible reducirlo, de ahuyentarlo, al menos, de la provincia. Mas como el temor del Señor es la confianza del fuerte, apenas el hijo de la gracia se apercibió de que su padre según la carne venía en su busca, decidido y alegre se presentó ante él y con voz de hombre libre le manifestó que ni cadenas ni azotes le asustaban lo más mínimo. Y que, si esto le parecía poco, le aseguraba estar dispuesto a sufrir gozoso, por el nombre de Cristo, toda clase de males. Ante tal resolución, convencido el padre de que no podía disuadir al hijo del camino comenzado, pone toda su alma en arrancarle el dinero. El varón de Dios deseaba emplearlo todo en ayuda de los pobres y en restaurar la capilla; pero, como no amaba el dinero, no sufrió engaño alguno bajo apariencia de bien, y quien no se sentía atado por él, no se turbó lo más mínimo al perderlo. Por esto, habiéndose ya encontrado el dinero que el gran despreciador de las cosas terrenas y ávido buscador de las riquezas celestiales había arrojado entre el polvo de la ventana, se apaciguó un tanto el furor del padre y se mitigó algo la sed de su avaricia con el vaho del hallazgo. Después de todo esto, el padre lo emplazó a comparecer ante el obispo de la ciudad, para que, renunciando en sus manos a todos los bienes, le entregara cuanto poseía. A nada de esto se opuso; al contrario, gozoso en extremo, se dio prisa con toda su alma para hacer cuanto se le reclamaba. Una vez en la presencia del obispo, no sufre demora ni vacila por nada; más bien, sin esperar palabra ni decirla, inmediatamente, quitándose y tirando todos sus vestidos, se los restituye al padre. Ni siquiera retiene los calzones, quedando ante todos del todo desnudo. Percatándose el obispo de su espíritu y admirado de su fervor y constancia, se levantó al momento y, acogiéndolo entre sus brazos, lo cubrió con su propio manto. Comprendió claramente que se trataba de un designio divino y que los hechos del varón de Dios que habían presenciado sus ojos encerraban un misterio. Estas son las razones por que en adelante será su protector. Y, animándolo y confortándolo, lo abrazó con entrañas de caridad. He lo allí ya desnudo luchando con el desnudo; desechado cuanto es del mundo, sólo de la divina justicia se acuerda. Se esfuerza así por menospreciar su vida, abandonando todo cuidado de sí mismo, para que en este caminar peligroso se una a su pobreza la paz y sólo la envoltura de la carne lo tenga separado, entre tanto, de la visión divina.

1. ¿Por qué San Francisco renuncia a todo?
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2. ¿Qué opinas de la decisión de San Francisco?
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3. Actualmente ¿Quiénes hacen algo similar a San Francisco?
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4. Según esta frase: “no se turbó lo más mínimo al perder todo” ¿Cuánto nos turbamos cuando perdemos algo material? ¿Por qué?
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Tercero ESM: "Escucha el Evangelio. Esto es lo que yo quiero"

Francisco tuvo dos experiencias con el Señor que lo marcaron muchísimo. La primera fue estando camino a Espoleto para la guerra, donde oyó una voz que le preguntó: Dime, ¿quién te puede compensar mejor, el Señor o el siervo? Pero hubo una segunda experiencia, tan profunda como la primera: la experiencia del Crucifijo de San Damían. Este episodio de su vida empieza unos días después de la experiencia con el leproso. Francisco poco a poco, a partir de la lectura del Evangelio, fue alejándose de lo que le era normal: las fiestas y sus amigos. Buscaba lugares solitarios y tranquilos para meditar la palabra de Dios. Un día fue a la Capilla de San Damían, no lejos de Asís, que estando en ruinas y mal cuidada, era un lugar ideal para meditar la palabra por la tranquilidad que reflejaba. En ella había un crucifijo bizantino con expresión algo dolorosa, ante la cual Francisco permanecía horas de horas, que algunos dicen que iba constantemente ahí. Estando a sus pies aquel día escuchó una voz que salía del crucifijo que le dijo
«Francisco reconstruye mi Iglesia que amenaza ruina. Corre a repararla.»
Vio alrededor e inmediatamente, al ver la Capilla de San Damián en ruinas, se levantó camino a su caso. Parecía tenerlo todo planeado. Regresó a su casa, cogió varios rollos de tela de su padre y se dirigió de inmediato a una feria en la vecina ciudad de Foligno, donde se preparaba la fiesta del Santo patrono San Feliciano. Cuando su padre se enteró, pensó que Francisco iba a hacer un gran negocio, que efectivamente lo logró, pero lo recaudado lo llevo al sacerdote, messer Pedro, encargado de la restauración de la capilla y le ofreció toda la bolsa de dinero para aquel proyecto. Rechazó el dinero para evitar tener un problema con Pedro Bernardote, pues no el sacerdote no sabía si Francisco tenía el consentimiento de su padre para hacer aquella donación. Como Francisco había trabajo haciendo los fuertes de la ciudad de Asís para defenderse de los ataques, usó sus conocimiento para reconstruir la Capilla de San Damián, pensando en un principio que “reconstruir la Iglesia del Señor” era una cuestión material. Pasado algún tiempo, Francisco se dio cuenta que la llamada no era para una reconstrucción material sino para una reconstrucción de mucho mayor envergadura, de la Iglesia, del pueblo mismo.
La primera oración que nos queda de san Francisco de Asís.
Es la respuesta que el Santo da a la voz del Crucificado que en San Damián le manda reparar la iglesia en ruinas. Él comenzará reparando la iglesia aun sabiendo que la gran reconstrucción que el Señor le manda y urge no es del edificio de piedra sino del templo de piedras vivas en el Santo Espíritu, su Cuerpo. El Santo contesta en esta oración, con su disponibilidad para cavar cimientos, enterrar sillares, colocar tejas. No se para a considerar o encarecer la iglesia derruida, ni pregunta por los culpables, ni se escandaliza de los hechos. Porque también él mismo se siente piedra caída, teja vana, cuartón quebrado; y necesita ser reconstruido por el propio Señor de la Iglesia. Como María ante la propuesta del ángel, él se reconoce incapaz para tal misión, desprovisto de los medios proporcionados para conseguir dicho fin. Pero sabe que todo eso bien lo sabe quién le envía. Por eso toda su respuesta es esta oración, en la que devuelve como petición la palabra que como encargo ha oído de Dios.
El Santo ora al Dios de la gloria desde la debilidad de su vida; al que es la luz desde las tinieblas de su corazón; al que es justicia, verdad y santidad desde su pobre vida pecadora. Ora al que es fundamento firme, eternidad que envuelve nuestro pasado en amor y nuestro futuro en esperanza; amor y esperanza desde los que marchamos a la misión encargada. Nuestro quehacer supremo será identificarnos con su santa voluntad y abrazarnos a un mandato, que tiene toda la fuerza de lo verdadero y de lo divino.


«Sumo, glorioso Dios,
ilumina las tinieblas de mi corazón
y dame fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta,
sentido y conocimiento,
Señor,
para cumplir tu santo y verdadero mandamiento» (OrSD).
Como todas las creaciones geniales, esta oración es original por concentración en lo esencial, por afincamiento en las grandes realidades de la revelación de Dios: su alteza y su gloria; su luz y nuestras tinieblas; su santidad y nuestro pecado. Y le pide lo esencial para una vida cristiana: Dios mismo; al que sólo pueden recibir una fe derecha, una esperanza entera y una caridad, que ensanchan ante él los ojos y no los guiñan ante los ídolos. Pide el Santo a Dios que, iluminado el corazón, le haga sensible y senciente, y tenga así capacidad para sentirle y conocerle a él como Dios, para sentir y conocer a los hombre todos como hermanos. Por ello, pide a la vez realidades objetivas (Dios mismo) y realidades subjetivas (un hombre capaz de experiencia y sentimiento nuevos). Para terminar finalmente con una mirada tendida hacia la vida de cada día: cumplir sus mandamientos. De esta forma la oración, que había comenzado dirigiéndose a Dios en su divinidad y gloria, que había pedido luz de corazón para poder ver, transformación del ser entero para poder recibir a Dios mismo, sentimiento de entrañas para poder saber de él, se cierra llegando hasta la acción y el comportamiento de la voluntad. El hombre entero: corazón, inteligencia, sentimiento, voluntad y manos activas, han sido así llevados delante de Dios. Y una vez presentados delante de él, Francisco abandona la capilla y marcha a reconstruir la Iglesia.


Para resolver
1. Explica en qué consistió la llamada del Crucifijo de San Damián para Francisco.

2. Lee y colorea las imágenes que se encuentran en las siguientes páginas y escribe en tu cuaderno o fólder como responderías hoy al llamado del Crucifijo de San Damián.

Cuarto ESM: "LAS MISIONES FRANCISCANAS"

Jesús y Francisco nos hablan
Lee los siguientes textos bíblicos:
Mt. 5,13.....................................................................................................................
Mc. 6,7- 8..................................................................................................................
Lc. 10,1-2..................................................................................................................
“ Entonces, el bienaventurado Francisco los llamó a todos a su presencia y platicó sobre muchas cosas: del reino de Dios, del desprecio del mundo, de la negación de la propia voluntad y del dominio de la propia carne; los dividió en cuatro grupos de a dos y les dijo: marchad, carísimos, de dos en dos por las diversas partes de la tierra, anunciando a los hombres la paz y la penitencia para remisión de los pecados.....a los que os pregunten responded con humildad; bendecid a los que os persigan; dad gracias a los que os injurien y calumnien, pues por esto se nos prepara un reino eterno” (1Cel. 29)
Responde a las siguientes preguntas:
a. ¿Qué quiere decir Jesús?
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b. ¿Qué les pide Jesús cuando los envía?
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c. ¿A dónde los envía?
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d ¿Qué pide Francisco a sus hermanos?
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Lee el siguiente texto y subraya las ideas principales.

LAS MISIONES FRANCISCANAS
Corre el año de 1209, y Asís es testigo de los inicios de la pequeña comunidad que se ha establecido en la ermita de Santa María de los Ángeles. Una pobre cabaña les sirve de habitación; Francisco parte a evangelizar la Marca de Ancona, región montañosa al oeste de la Umbría. Los otros dos compañeros salen en otra dirección. Espoleto y Rieti reciben la visita de Francisco y de sus hermanos. A períodos de viaje y predicación suceden tiempos de vida en común y devota en la Porciúncula. Predicadores itinerantes y monjes sedentarios a la vez, experimentan un nuevo ideal de vida y propuesto a la iglesia: viven de su trabajo o de limosna, y lo tienen todo en común; lo superfluo lo dan a los pobres, sin guardar nada para el día siguiente. Nuevos reclutas vienen acrecentar el pequeño grupo, con lo que su número iguala muy pronto al de los apóstoles. A las exigencias de la pobreza se añaden las de la alegría y la amistad; en toda circunstancia deben ayudarse y socorrerse. Si la envidia o la maldad surgen al interior del pequeño grupo entre los mismos hermanos, el arrepentimiento, el perdón y la reconciliación vienen enseguida. Por este tiempo, los hermanos Bernardo y Gil emprendieron el camino de Santiago; San Francisco, a su vez, con otro compañero, escogió otra parte del mundo; los otros cuatro, de dos en dos, se dirigieron hacia los restantes” El año sexto de su conversión, ardiendo en deseos del martirio, quiso pasar a Siria para predicar la fe cristiana y la penitencia a los sarracenos y demás infieles, pero la nave en la que se embarcó enfrentó el mal tiempo y la tempestad por lo que tuvo que regresar a su tierra; pasados los años, el trece de su conversión, nuevamente se dirige a Siria con un compañero, al tiempo que hubo guerra entre cristianos y sarracenos con mucha dureza y crueldad, y no temió presentarse ante el sultán de los sarracenos. Antes de llegar ante el sultán fue apresado por los guardias, colmado de ultrajes y molido a azotes, no tiembla; no teme a los suplicios ni la proximidad de la muerte; el sultán por el contrario lo recibió con los más grandes honores, lo agasajaba cuanto podía, intentaba doblegarle a las riquezas del mundo, ante la actitud de desprecio de todo lo ofrecido, estupefacto lo miraba como a un hombre distinto, intensamente conmovido por sus palabras, le escuchaba con gran placer, manifestándole su deseo y temor de hacerse cristiano, pero pudo más el miedo a la muerte.

Actividad: Elaborar un Mapa conceptual

Responde a las siguientes preguntas:
a. ¿Cuándo regresan de las misiones que hacen en la Porciúncula?
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¿Cómo recibió a Francisco y Por qué se queda sorprendido el Sultán?
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¿Cuál es el nuevo ideal de vida que promueven los compañeros de Francisco?
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¿Cuál debe ser mi actitud y compromiso en el mundo de Hoy? ¿Qué actitudes debo asumir y practicar?
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Lee los textos de la Biblia que inspiraron a San Francisco cambiar su estilo de vida y comenta ¿Cómo pondrías en práctica la exigencia de Jesús en el evangelio en medio de tu familia y tus amigos?

Lc 18,22
Al oír esto, Jesús le dijo: «Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes, reparte el dinero entre los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; después ven y sígueme.»

Mt 19,21
Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, vende todo lo que posees y reparte el dinero entre los pobres, para que tengas un tesoro en el Cielo. Después ven y sígueme.»

               Mt 16,24

Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz y me siga.