LOS PRIMEROS COMPAÑEROS DE SAN FRANCISCO
Primeramente se ha de considerar que el
glorioso messer San Francisco, en todos los hechos de su vida, fue conforme a
Cristo bendito; porque lo mismo que Cristo en el comienzo de su predicación
escogió doce apóstoles, llamándolos a despreciar todo lo que es del mundo y a
seguirle en la pobreza y en las demás virtudes, así San Francisco, en el
comienzo de la fundación de su Orden, escogió doce compañeros que abrazaron la
altísima pobreza. Y lo mismo que uno de los doce apóstoles de Cristo, reprobado
por Dios acabó por ahorcarse, así uno de los doce compañeros de San Francisco,
llamado hermano Juan de Cappella, apostató y, por fin, se ahorcó. Lo cual sirve
de grande ejemplo y es motivo de humildad y de temor para los elegidos, ya que
pone de manifiesto que nadie puede estar seguro de perseverar hasta el fin en
la gracia de Dios.
Y de la misma manera que aquellos santos
apóstoles admiraron al mundo por su santidad y estuvieron llenos del Espíritu
Santo, así también los santísimos compañeros de San Francisco fueron hombres de
tan gran santidad, que desde el tiempo de los apóstoles no ha conocido el mundo
otros tan admirables y tan santos. En efecto, alguno de ellos fue arrebatado
hasta el tercer cielo, como San Pablo, y éste fue el hermano Gil; a otro, el
hermano Felipe Longo, le fueron tocados los labios con una brasa, como al
profeta Isaías; otro, el hermano Silvestre, hablaba con Dios como lo hace un
amigo con su amigo, como lo hacía Moisés; otro volaba con la sutileza de su
entendimiento hasta la luz de la sabiduría divina como el águila, o sea, Juan
Evangelista, y éste fue el humildísimo hermano Bernardo, que explicaba con gran
profundidad la Sagrada Escritura; otro fue santificado por Dios y canonizado en
el cielo cuando aún vivía en la tierra, y éste fue el caballero de Asís hermano
Rufino
Son once los compañeros de San Francisco que
se le fueron juntando entre 1208 y 1209, antes de la aprobación pontificia de
la «forma de vida»: Bernardo de Quintavalle, Pedro Cattani, Gil de Asís,
Sabbatino, Morico, Juan de Cappella, Felipe Longo, Juan de San Costanzo,
Bárbaro, Bernardo de Vigilanzio y Ángel Tancredi. El número de doce lo
completaba Francisco, que nunca hubiera osado ocupar el lugar de Cristo entre
sus «caballeros de la tabla redonda».
Actividad cognitiva:
Responder a las preguntas
planteadas:
a) ¿A quién se le denomina
“glorioso messer?
b) Nombra los hechos en la
vida de San Francisco que se parecen a los de Jesucristo.
c) ¿Qué ocurrió con el
hermano Juan de Cappela?
d) ¿Por qué razón fueron
admirados por la gente los primeros hermanos de San Francisco?
e) En que se parece Fray
Gil a San Pablo?
f) ¿Qué ocurrió con el
hermano Felipe Longo?
g) ¿Qué fraile fue el
mejor amigo de Dios?
h) ¡que
de bueno tenía el humildísimo hermano Bernardo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario