lunes, 31 de marzo de 2014

4° ESM "LEGADO HISTÓRICO DE SAN FRANCISCO"

Cuestionario:
1. ¿Qué entiendes por legado?
2. ¿Alguna vez tuviste una herencia de alguien importante para ti?
Lee y comprende
LEGADO HISTÓRICO DE SAN FRANCISCO
Lee y subraya las ideas principales:
A ocho siglos del nacimiento de San Francisco, la Iglesia Católica que vivimos hoy es quizá su más importante legado. El pensador francés Ernesto Renán estaba convencido de que había tres movimientos decisivos en la historia de la humanidad: el nacimiento del Cristianismo, la Revolución Francesa y el Movimiento Franciscano. La vida religiosa entonces estaba prácticamente divorciada de la vida mundana. En las abadías, esos grandes centros culturales y espirituales, la contemplación, la expiación y la soledad eran características fundamentales. Francisco no era un religioso de inmovilidad, sino de acción, y éste es el secreto y esencia de toda la religiosidad moderna. Indispensable a la vida moderna es la acción. Hoy en día, nadie concibe a una religión en la que el predicar está alejado del actuar. Francisco cambia el apostolado de la plegaria y la expiación a la acción, no solamente reza o hace expiación, también actúa: va con los pobres, ayuda a los necesitados, trabaja. No es únicamente un santo contemplativo, aunque él quizá en un principio hubiera preferido darse a la contemplación de las cosas divinas (y su época en muchos modos lo ayudaba a ello), de manera sobrenatural sabe que tiene que hacer algo y no solo contemplar a Dios. En lugar de aislarse o apartarse, desciende a las ciudades. Al entender que esto no era nada común en su tiempo, entendemos porqué la gente lo veía como un loco y se reía de él. Nadie había visto antes bajar de una abadía o de algún centro religioso a alguien que les predicara en las plazas o las calles. San Francisco enseña algo fundamental y absolutamente original para su tiempo: Cada quien puede ser un religioso aún en medio del mundo, porque entiende que celda es el corazón y no monasterio apartado. Al mismo tiempo conserva toda la experiencia religiosa del pasado: espíritu de expiación, amor a la soledad de los anacoretas, el amor del rezo litúrgico, el anhelo de la contemplación, el hábito del trabajo y la oración. Una de las características esenciales de cualquier santo es el Amor. Lo importante y lo que distingue a cada uno es el modo de amar. El modo de San Francisco es concreto, es renuncia, tiene su desarrollo en la acción y en la pobreza. El más pequeño de los hijos de Dios responde a las dos grandes exigencias de su época: reforma evangélica y revalidación cristiana de la acción. Inicia un auténtico renacimiento, no el de la concepción del mundo clásico, sino el renacer del hombre a un orden nuevo, a una vida nueva, instalada en Cristo, pero en una forma nueva. San Francisco deja al mundo como legado el dar sentido al mundo de algo que con frecuencia no logra comprender: la felicidad sobrenatural del Evangelio. Comprendiendo toda la labor de Francisco, podemos decir que Legado, es una forma de transmitir bienes o derechos tras la muerte de una
persona (mortis causa).

Compromiso:

Elabora un acróstico, dando gracias a Dios por este gran Santo nuestro.

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