sábado, 9 de abril de 2016

LOS EVANGELIOS SINÓPTICOS (2° ESM)

LOS EVANGELIOS SINÓPTICOS

Desde el día de Pentecostés, la Iglesia conserva la palabra de Cristo como su más valioso tesoro. Recogida en las páginas del Evangelio, ha llegado hasta nuestro tiempo. Hoy somos nosotros quienes tenemos la responsabilidad de transmitirla a las futuras generaciones, no como letra muerta, sino como fuente viva de conocimiento de la verdad sobre Dios y sobre el hombre, fuente de auténtica sabiduría.
1. El evangelio y los Evangelios. El Nuevo Testamento se abre con cuatro libros que llevan el mismo título: Evangelio. Igualmente inspirados que los restantes libros de la Sagrada Escritura, son los de mayor excelencia de todos ellos, “porque constituyen el principal testimonio de la vida y la doctrina del Verbo hecho carne, nuestro Salvador” (DVn.4) Estos cuatro libros fueron designados con el título de Evangelio desde principios del siglo II. La palabra Evangelio viene de una voz griega (euangélion) que significa originariamente “Buena Nueva” o buena noticia, la noticia gratísima de la redención de los hombres hecha por Jesucristo. Evangelio es el nombre que damos a la doctrina de Jesucristo y a los libros en que está contenida. Cuando, después de la muerte y resurrección de Jesús, los apóstoles y sus discípulos empezaron a anunciar, en primer lugar a los judíos y luego a los no judíos, la buena noticia de la salvación que Dios les ofrecía por medio de Jesús, el Mesías, el Hijo de Dios, fácilmente encontraron que el término “Evangelio” era el más adecuado para designar ese mensaje: era la buena noticia por excelencia. Pablo usa con frecuencia este término para referirse al mensaje que él predicaba a los no judíos (cf. Rm. 1, 1, 9, 16; Co 15, 1). Marcos también usa esta palabra al comienzo de su libro (cf. Mc 1,1) Poco a poco la palabra “evangelio” fue convirtiéndose en la designación técnica de los cuatro relatos de la Iglesia apostólica que nos hablan de Jesús, de sus hechos, de sus palabras y de su pasión, muerte y resurrección. Se llaman Evangelios por tanto a los cuatros libros donde se narra la vida, los milagros y las principales palabras de Jesucristo.
Los Evangelios reconocidos por la Iglesia son cuatro: Evangelio según San
Mateo; según San Marcos; según San Lucas, y según San Juan. Propiamente no hay más que un Evangelio, porque una es la “Buena Nueva” anunciada por El verdadero origen de los Evangelios escritos fue el Evangelio oral, es decir, la predicación de Jesucristo y de sus Apóstoles. Entre la Ascensión del Señor a los Cielos y la composición de los Evangelios pasa un tiempo de poco más de veinte años. “En la formación de los evangelios se pueden distinguir tres etapas:
1. La vida y la enseñanza de Jesús. La Iglesia mantiene firmemente que los cuatro evangelios, "cuya historicidad afirma sin vacilar, comunican fielmente lo que Jesús,
Hijo de Dios, viviendo entre los hombres, hizo y enseñó realmente para ala salvación de ellos, hasta el día en que fue levantado al cielo" (DV 19).
2. La tradición oral. "Los apóstoles ciertamente después de la ascensión del Señor predicaron a sus oyentes lo que El había dicho y obrado, con aquella crecida inteligencia de que ellos gozaban, amaestrados por los acontecimientos gloriosos de Cristo y por la luz del Espíritu de verdad" (DV 19).
3. Los evangelios escritos. Los autores sagrados escribieron los cuatro Evangelios escogiendo algunas cosas de las muchas que ya se transmitían de palabra o por escrito, sintetizando otras, o explicándolas atendiendo a la condición de las Iglesias, conservando por fin la forma de proclamación, de manera que siempre nos comunicaban la verdad sincera acerca de Jesús" (DV 19)” (CIgC n. 126).
La transmisión del Evangelio, según el mandato del Señor, se hizo de dos maneras: a) Oralmente: “los apóstoles, con su predicación, sus ejemplos, sus instituciones, transmitieron de palabra lo que habían aprendido de las obras y palabras de Cristo y lo que el Espíritu Santo les enseñó”. b) Por escrito: “los mismo apóstoles y otros de su generación pusieron por escrito el mensaje de la salvación inspirados por el Espíritu Santo” (DV n.7). La iglesia fundada por Jesucristo es para los católicos la verdadera Maestra, intérprete y norma para discernir o juzgar de la autenticidad, de la inspiración y el sentido de los libros bíblicos. El mensaje de los Evangelios está centrado en el Mesías (Cristo, Ungido), como lo expresa un pasaje del cuarto evangelio: “(Estas señales milagrosas) se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida por medio de Él” (Jn. 20,31). Al leer los Evangelios nos damos cuenta de la importancia tan especial que tiene el periodo final de la historia de Jesús, desde su entrada mesiánica en Jerusalén hasta su muerte y resurrección, periodo que comprende aproximadamente una semana. Por la comparación con otros textos del Nuevo Testamento, como los discursos de Pedro y Pablo en los Hechos de los Apóstoles (cf. Hch. 2, 14-42) y las cartas de Pablo (Cf 1 Co 15, 1-7), podemos decir que la referencia a la muerte y resurrección de Jesús era el centro del mensaje de salvación desde los primeros momentos de la vida de la Iglesia. Los Evangelios nos presentan además muchos aspectos de la actividad anterior de Jesús, desde que fue bautizado por Juan. Nos narran muchos de sus hechos y palabras en diversas circunstancias y ante diversos oyentes. En cambio, solamente dos Evangelios, los de Mateo y Lucas nos hablan de su infancia. Ninguno nos habla del largo periodo de su adolescencia y juventud. 4. Los evangelios sinópticos. Al leer cuidadosamente estos cuatro libros nos damos cuenta que los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas presentan una semejanza muy grande entre sí, mientras que el de Juan se diferencia bastante de los otros, ya que nos narra hechos que complementan los tres anteriores, Por su semejanza, a los tres primeros se les ha dado el nombre de “evangelios sinópticos” (de sinopsis=vista de conjunto). Sin embargo cada Evangelio tiene su perspectiva propia y su manera peculiar de narrar la historia de Jesús. Estos diversos enfoques se explican por las variadas tradiciones que utilizan, por los distintos grupos de lectores a los que se dirigen, y por 1.
RESPONDEN A LAS PREGUNTAS

¿Qué son los Evangelios?
2. Etimológicamente, ¿qué significa Evangelio?
3. ¿Quiénes son los autores de los cuatro Evangelios?
4. ¿Cuál es el origen de los Evangelios?
5. ¿De qué manera se transmitieron los Evangelios?
6. ¿Cuál es el mensaje de los Evangelios?

7. ¿Por qué se llaman evangelios sinópticos?

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