LOS EVANGELIOS SINÓPTICOS
Desde el día de Pentecostés, la Iglesia
conserva la palabra de Cristo como su más valioso tesoro. Recogida en las
páginas del Evangelio, ha llegado hasta nuestro tiempo. Hoy somos nosotros
quienes tenemos la responsabilidad de transmitirla a las futuras generaciones,
no como letra muerta, sino como fuente viva de conocimiento de la verdad sobre
Dios y sobre el hombre, fuente de auténtica sabiduría.
1. El evangelio y los Evangelios. El
Nuevo Testamento se abre con cuatro libros que llevan el mismo título: Evangelio.
Igualmente inspirados que los restantes libros de la Sagrada Escritura, son los
de mayor excelencia de todos ellos, “porque constituyen el principal testimonio
de la vida y la doctrina del Verbo hecho carne, nuestro Salvador” (DVn.4) Estos
cuatro libros fueron designados con el título de Evangelio desde principios del
siglo II. La palabra Evangelio viene de una voz griega (euangélion) que
significa originariamente “Buena Nueva” o buena noticia, la noticia gratísima
de la redención de los hombres hecha por Jesucristo. Evangelio es el nombre que
damos a la doctrina de Jesucristo y a los libros en que está contenida. Cuando,
después de la muerte y resurrección de Jesús, los apóstoles y sus discípulos
empezaron a anunciar, en primer lugar a los judíos y luego a los no judíos, la
buena noticia de la salvación que Dios les ofrecía por medio de Jesús, el
Mesías, el Hijo de Dios, fácilmente encontraron que el término “Evangelio” era el
más adecuado para designar ese mensaje: era la buena noticia por excelencia. Pablo
usa con frecuencia este término para referirse al mensaje que él predicaba a
los no judíos (cf. Rm. 1, 1, 9, 16; Co 15, 1). Marcos también usa esta palabra al
comienzo de su libro (cf. Mc 1,1) Poco a poco la palabra “evangelio” fue
convirtiéndose en la designación técnica de los cuatro relatos de la Iglesia
apostólica que nos hablan de Jesús, de sus hechos, de sus palabras y de su
pasión, muerte y resurrección. Se llaman Evangelios por tanto a los cuatros libros
donde se narra la vida, los milagros y las principales palabras de Jesucristo.
Los Evangelios reconocidos por la Iglesia son
cuatro: Evangelio según San
Mateo; según San Marcos; según San Lucas, y
según San Juan. Propiamente no hay más que un Evangelio, porque una es la
“Buena Nueva” anunciada por El verdadero origen de los Evangelios escritos fue
el Evangelio oral, es decir, la predicación de Jesucristo y de sus Apóstoles.
Entre la Ascensión del Señor a los Cielos y la composición de los Evangelios
pasa un tiempo de poco más de veinte años. “En la formación de los evangelios
se pueden distinguir tres etapas:
1. La vida y la enseñanza de Jesús. La Iglesia
mantiene firmemente que los cuatro evangelios, "cuya historicidad afirma
sin vacilar, comunican fielmente lo que Jesús,
Hijo de Dios, viviendo entre los hombres,
hizo y enseñó realmente para ala salvación de ellos, hasta el día en que fue
levantado al cielo" (DV 19).
2. La tradición oral. "Los apóstoles
ciertamente después de la ascensión del Señor predicaron a sus oyentes lo que
El había dicho y obrado, con aquella crecida inteligencia de que ellos gozaban,
amaestrados por los acontecimientos gloriosos de Cristo y por la luz del
Espíritu de verdad" (DV 19).
3. Los evangelios escritos. Los autores sagrados
escribieron los cuatro Evangelios escogiendo algunas cosas de las muchas que ya
se transmitían de palabra o por escrito, sintetizando otras, o explicándolas
atendiendo a la condición de las Iglesias, conservando por fin la forma de
proclamación, de manera que siempre nos comunicaban la verdad sincera acerca de
Jesús" (DV 19)” (CIgC n. 126).
La transmisión del Evangelio, según el
mandato del Señor, se hizo de dos maneras: a) Oralmente: “los apóstoles, con su
predicación, sus ejemplos, sus instituciones, transmitieron de palabra lo que
habían aprendido de las obras y palabras de Cristo y lo que el Espíritu Santo
les enseñó”. b) Por escrito: “los mismo apóstoles y otros de su generación
pusieron por escrito el mensaje de la salvación inspirados por el Espíritu
Santo” (DV n.7). La iglesia fundada por Jesucristo es para los católicos la
verdadera Maestra, intérprete y norma para discernir o juzgar de la autenticidad,
de la inspiración y el sentido de los libros bíblicos. El mensaje de los
Evangelios está centrado en el Mesías (Cristo, Ungido), como lo expresa un
pasaje del cuarto evangelio: “(Estas señales milagrosas) se han escrito para
que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo
tengan vida por medio de Él” (Jn. 20,31). Al leer los Evangelios nos damos
cuenta de la importancia tan especial que tiene el periodo final de la historia
de Jesús, desde su entrada mesiánica en Jerusalén hasta su muerte y resurrección,
periodo que comprende aproximadamente una semana. Por la comparación con otros
textos del Nuevo Testamento, como los discursos de Pedro y Pablo en los Hechos
de los Apóstoles (cf. Hch. 2, 14-42) y las cartas de Pablo (Cf 1 Co 15, 1-7),
podemos decir que la referencia a la muerte y resurrección de Jesús era el
centro del mensaje de salvación desde los primeros momentos de la vida de la
Iglesia. Los Evangelios nos presentan además muchos aspectos de la actividad
anterior de Jesús, desde que fue bautizado por Juan. Nos narran muchos de sus
hechos y palabras en diversas circunstancias y ante diversos oyentes. En cambio,
solamente dos Evangelios, los de Mateo y Lucas nos hablan de su infancia. Ninguno
nos habla del largo periodo de su adolescencia y juventud. 4. Los
evangelios sinópticos. Al leer cuidadosamente estos cuatro libros nos damos
cuenta que los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas presentan una semejanza muy
grande entre sí, mientras que el de Juan se diferencia bastante de los otros,
ya que nos narra hechos que complementan los tres anteriores, Por su semejanza,
a los tres primeros se les ha dado el nombre de “evangelios sinópticos” (de
sinopsis=vista de conjunto). Sin embargo cada Evangelio tiene su perspectiva
propia y su manera peculiar de narrar la historia de Jesús. Estos diversos
enfoques se explican por las variadas tradiciones que utilizan, por los
distintos grupos de lectores a los que se dirigen, y por 1.
RESPONDEN A LAS PREGUNTAS
¿Qué son los Evangelios?
2. Etimológicamente, ¿qué
significa Evangelio?
3. ¿Quiénes son los autores de
los cuatro Evangelios?
4. ¿Cuál es el origen de los
Evangelios?
5. ¿De qué manera se transmitieron
los Evangelios?
6. ¿Cuál es el mensaje de los
Evangelios?
7. ¿Por qué se llaman evangelios
sinópticos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario