PRIMEROS
CENTROS DE EVANGELIZACIÓN DEL PERÚ
Hasta la llegada del Virrey Toledo en 1568, el apostolado
franciscano en el Perú había sido impedido por la falta de seguridad en la
tenencia de las doctrinas. Hasta que intervino Toledo y nombró a los doctrineros
en virtud del privilegio real, el encomendero se responsabilizó de la
instrucción espiritual de sus naturales encomendados; éste por la naturaleza de
su cargo, no podía asignar permanentemente a los frailes el cuidado espiritual
de sus indios, el Arzobispo de Lima, quien pudo haberlo hecho así, no deseaba
ceder sus derechos. Además, la mayoría de los superiores franciscanos no parece
haber querido encargarse de la doctrina a perpetuidad. Por consiguiente, los
frailes fueron reducidos a trabajar entre los nativos sólo cuando lo permitía
la ocasión; muchos naturales fueron privados del cuidado constante que requería
su condición de neófitos. La situación en las doctrinas resintió a Toledo y
buscó un remedio con su energía característica, ignoró los deseos del Arzobispo
y de los superiores franciscanos. Asignó de modo permanente los frailes a las
doctrinas donde trabajaban y prescribió el número de frailes que los superiores
tendrían que mantener en cada doctrina; fue una acción drástica, pero al
parecer, la requerida para las circunstancias. Después de 1570, es
relativamente fácil identificar las
TEMA
Las doctrinas atendidas por los franciscanos. Antes de ese tiempo,
es una tarea casi imposible. La
lista de estas doctrinas es la siguiente:
a. En la provincia de Cajamarca.
Los franciscanos entraron a esta zona, poco antes o después de la
ejecución de Atahualpa en julio
de 1533, cuando los conquistadores avanzaron al Cusco, algunos
frailes se quedaron para instruir
a los nativos. Fue el Virrey La Gasca quien dio el cuidado
exclusivo a los franciscanos de esta provincia (1547), cargo que tuvieron hasta
1568 ó 1569, cuando dejaron paso a los agustinos por
razones hasta hoy desconocidas. Fue doña Jordana Mejía, la viuda
del primer encomendero, Melchor Verdugo, quien solicitó a Toledo que retornasen
los frailes de San Francisco; aceptó y
tras una ausencia de menos de un año volvieron y al mismo tiempo
se les encargó permanentemente las doctrinas que antes simplemente habían
ministrado. Se cuenta que el más
conocido fue el hermano lego Fray Mateo de Jamilla, quien recorría
todo el territorio de la provincia a pie y con un grupo de niños a quienes
había enseñado himnos religiosos. En e siglo XVI, se atendía a 14 doctrinas:
San Antonio de Cajamarca, Santiago de Nepos, Santísima Trinidad, San Pedro de
Chalaques, Todos los Santos de Chota, Asunción de nuestra Señora, San Francisco
de Gusmango, Nombre de Jesús, San Marcos, San Gabriel de Cascas, San Miguel de
Cajamarca, San Cruz, San Mateo de Contumaza y Celendín.
b. En el valle de Jauja.
El valle de Jauja, pareció que sería la sede de gobierno de
Francisco Pizarro, en 1534 los franciscanos que lo acompañaban tuvieron su
primera residencia en el convento fundado en Concepción por Fray Luis de Oña en
1548, por invitación del encomendero Lorenzo Aldana. Cuando fue a visitarlos el
Virrey Toledo, encontró que los caciques ya habían sido bautizados y destruido
sus huacas. Las doctrinas franciscanas en el valle de Jauja fueron: Concepción
de Jauja, San Jerónimo de Tunán, Natividad de Apata, Asunción de Matahuasi, San
Francisco de Orcotuna, Concepción de Mito, Santa Ana de Sincos, Santiago de
Comas, Uchubamba y Andamarca.
c. Cerca del Cusco.
Los franciscanos bajo Fray Pedro Portugués, habían construido en
1534 una residencia a las afueras del Cusco, cerca de la parroquia de San Blas,
el que fue abandonado durante la rebelión india; en 1538 en un lugar llamado
Cassana se levantó otra residencia dentro de la ciudad, la misma que también
fue abandonada cuando las fuerzas de Gonzalo Pizarro en 1547 retomaron la
ciudad. Luego de la derrota de los rebeldes en abril de 1548, los franciscanos
volvieron al Cusco y
años después consiguieron el sitio donde se levanta el actual
convento de San Francisco. Poco se
sabe de la labor cumplida por los frailes en el Cusco, pues
durante los trastornos del siglo antepasado, fueron despojados de valiosos
documentos que hasta hoy no han sido repuestos. Se
sabe que atendieron una doctrina, pero fueron privados de ella en
1563. Después en 1570, los frailes sirvieron en la doctrina de Gaillabamba a
cinco leguas al norte del Cusco; en el valle de Yucay, un indio regaló tierras,
donde Fray Jerónimo de Villacarrillo fundó el convento de Nuestra Señora de los
Ángeles, hoy Urquillos, con seis frailes residentes.
d. Cerca de Arequipa
Fray Francisco de Vitoria, primer Comisario General del Perú,
erigió el primer convento estable de Arequipa, Huamanga y Huánuco. En 1533 los
frailes construyeron en un terreno donado por Lucas Martínez Vegazo, una
capilla y una residencia. El templo actual de San Francisco, se construyó en
1569 por Gaspar Báez, indios collaguas ayudaron en la construcción. Se
desconoce el tiempo en que comenzaron a trabajar con los indios collaguas que
estaban bajo la jurisdicción del Corregidor de Arequipa. Fue el Virrey Toledo,
quien encargó a los franciscanos las doctrinas de: San Francisco de Pocsi,
Puquina y los “yanaconas” de Arequipa.
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