lunes, 3 de noviembre de 2014

1° "LA NAVIDAD FRANCISCANA"


Esperanzas Franciscanas Para Un Mundo Desesperado
FRANCISCO CORAZON DE NAVIDAD
El tiempo de Navidad para un cristiano, debería significar un comienzo, un comenzar de nuevo a reparar lo que hicimos mal durante el asno anterior y a descubrir nuevas formas, que ayuden a construir un mundo mejor. El Niño Dios es quien en estos momentos representa al mismo Dios aquí en la tierra, pero no olvidemos que de ese niño, sabemos al menos, que va a sufrir cuando sea mayor y a morir por nuestra culpa. Y sin embargo, nace cada año con la intención de que cada año también, nazca en nuestros corazones el deseo de cambiar y de ayudar y compartir con los demás, esos deseos de Paz y de Amor que hasta los Grandes Almacenes se preocupan de vender. Sería muy triste tener que reconocer que la Navidad comienza cuando lo hace en los Grandes Almacenes, o cuando ya con meses de antelación, se empiezan a ver anuncios en la televisión o por la calle. Pero sería bonito conocer como celebraron alguna Navidad, Francisco y sus primeros hermanos. Es lo que llamamos “la Navidad Franciscana” y que ojalá sirva para reactivar en nuestras casas las costumbres más cristianas en contra del bombardeo de prácticas más materialistas que no se acercan al espíritu navideño y cristiano que nosotros queremos vivir.

EL PRIMER BELÉN VIVIENTE CON SAN FRANCISCO
- ¿Te acuerdas Francisco?
Acababas de llegar con tus hermanos al valle de Rieti, a pesar del temporal. Venías de casa del cardenal Hugolino en Roma, que os dejaba un rincón de su suntuosa casa para reposar por la noche. Y al llegar esa NAVIDAD a ese valle precioso, se te ocurrió representar la noche de Navidad en la hermosa ermita de Greccio. Allí les dices:
“Quiero ver con mis propios ojos, como a aquel niño le faltaba lo imprescindible y cómo tuvo que nacer en un pesebre, sobre la paja entre un buey y un asno”. ¡Qué frío hacía! Un hombre piadoso del pueblo llamado Juan se ocupa de prepararlo todo. Resulta que un aldeano y su esposa, acababan de tener un precioso niño y Francisco, sabedor de ello, les pidió que se acercaran con el niñito y toda su familia para representar a la Sagrada Familia.
Y llegó el gran momento, recuerdas: ¡Feliz Nacimiento del Niño Dios, que ha venido a Salvarnos! Las mujeres y los hombres del pueblo entero, iluminan el frío camino hasta la gruta con antorchas. Los niños, que son los mismos ángeles, junto a los frailes, entonan cantos al pequeñín, que los mismos pájaros callan y escuchan diciendo sí con la cabeza. “El pesebre es instalado en la capilla y se llena de paja. Colocan al lado un buey y un asno: triunfan la sencillez, la pobreza y la humildad. Greccio se convierte en el nuevo Belén, la noche es clara como un sueño. Cada vez viene más gente. Las voces, los cantos, los gritos, chocan contra las rocas peligrosas y advierten al que sube del peligro de una caída. De pronto los hermanos cantan el oficio de noche, el júbilo se oye por doquier. Francisco permanece de pie junto al pesebre, emocionado, apasionado. Luego se reviste de diácono y predica a todos las gracias de aquel momento. Les explica con voz suave y sonrisa en los labios, relamiéndose de entusiasmo, como María, José y el niño pasaron sus primeros momentos desde el nacimiento, unidos en un mismo aliento, unidos en un mismo calor, el del buey y el asno”. Cada vez que dices “El Niño de Belén” o “Jesús”, te pasas Francisco la lengua por los labios, como para probar la dulzura de estas palabras en el paladar”.
Aquella noche me dijiste que fue mágica y lo fue.
ACTIVIDAD
Analiza, Reflexiona y Responda:
1.       ¿Qué dijo Francisco durante la celebración de Greccio? ¿Puedes expresar con tus propias palabras esa razón?
2.      ¿Cómo debe ser una verdadera navidad franciscana?
3.      ¿Quién fue la persona en cargada por S. Francisco que preparó todo lo relacionado a la representación navideña?

4.      ¿Qué reflexión puedes sacar de la celebración navideña de San Francisco?

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