miércoles, 28 de mayo de 2014

6° EPM “LA HERMANA MUERTE”

Todos sabemos lo que se siente cuando perdemos a alguien para siempre. De una u otra manera nos ha tocado pasar por eso y vivenciarlo. A la etapa que pasamos durante un suceso desagradable de perder a una persona querida se le llama duelo. Podemos definir el duelo como una reacción o proceso emocional por el que pasa una persona ante la muerte de un ser querido. Es un conjunto de fenómenos psicológicos que se dan a nivel cognitivo, conductual y emocional, y que se desencadenan en el doliente ante todo tipo de pérdida. La verdad es que cuando muere una persona muy cercana a nosotros esto nos genera un malestar, una secuencia de estrés y tristeza; para poder sobrellevarlo y atravesar este síndrome de adaptación surge el fenómeno conocido como periodo de duelo. El síntoma que caracteriza la pérdida de un ser querido y el más habitual es la tristeza. Esto es algo perfectamente normal, siempre dentro de unos límites establecidos, pues una reacción excesivamente depresiva e intensa puede dar lugar a lo que se conoce con el nombre de duelo patológico. Hemos de tener en cuenta que según sea la muerte del ser querido y las circunstancias, así vamos a reaccionar y nos va a afectar. Por ejemplo no actuaremos igual ante la muerte de una persona muy anciana que por su avanzada edad esperamos de una manera más realista que pueda morir pronto. En esta situación es doloroso pero la reacción es distinta puesto que tenemos creadas unas expectativas de esa situación. Diferente es la muerte de una persona joven ante una enfermedad terminal en la cual siempre se tienen esperanzas y expectativas de vida, o una persona joven ante un accidente cuya muerte es repentina. Aquí nuestra forma de reaccionar es diferente y pasa por sus fases de una forma más lenta
Cantando alabanzas a la “Hermana Muerte”.- El mismo Señor Jesucristo le dejó impreso en el cuerpo los sagrados estigmas de la Pasión dos años antes de su muerte. En su última enfermedad, quería Francisco que Fray Ángelo y Fray León permaneciesen junto a su lecho para cantar las alabanzas de la “Hermana Muerte”. A quienes se escandalizaban, respondía: “Por una gracia del Espíritu Santo, me siento tan profundamente unido a mi Señor Dios, que no puedo dejar de alegrarme en Él”. “Por fin, habiéndose realizado en él todos los planes de Dios, el bienaventurado se durmió en el Señor, rezando y cantando un Salmo” 15, el día 3 de octubre de 1226, a los 45 años, siendo canonizado apenas dos años después.
La hermana muerte.- Sintiéndose enfermo, pregunta al médico, sobre la gravedad de su enfermedad. El médico le responde: "Morirás muy pronto, pues tu mal no tiene cura'. Reacción gozosa: "¡Bienvenida la hermana muerte ". Después mandó llamar a los cantores para que entonaran con él la nueva estrofa que había compuesto: "Alabado seas, mí Señor, por nuestra hermana muerte corporal, de quien ningún hombre viviente puede escapar. ¡Ay de aquellos que mueren en pecado mortal! ¡Bienaventurados los que encuentres cumpliendo tu muy santa voluntad, pues la muerte segunda no los hará mal". Los hermanos cantan el himno de las hermanas criaturas. Francisco, con voz apagada, les seguía muy alegre. A la petición del superior de que callase, le responde, que el canto ahuyenta mis dolores y celebro la llegada de mi Dios.
Es el año 1226, sábado 3 de octubre, después del atardecer, Francisco espera la llegada de la hermana muerte. Dice a los frailes: "cuando viesen que se acerca mi muerte, colocadme desnudo en el suelo y dejad tendido el cuerpo ya difunto en un gran espacio, tan largo como cuanto se necesita para caminar pausadamente una milla" (T. Cel. 216). "Reunidos allí todos los religiosos cuyo fundador y padre era, mientras presenciaban y aguardaban con religiosa ansiedad el fin Dichoso y bienaventurado, sintióse aquella santísima alma libre ya de las ataduras de la carne y absorbida en el abismo de la eterna claridad, y el cuerpo durmióse en el Señor" (T Cel. II).
"Las alondras se dirigieron al techo de la cabaña y largamente revolotearon alrededor con gran chirrío, mostraron con el canto, no sabemos si gozo o tristeza" (Celano). En la mañana del domingo 4 de octubre de 1226 un cortejo triunfal, después de las sagradas exequias, acompaña el transporte del cuerpo del Santo.


  1. ¿Cómo se le dice a la etapa que pasamos durante un suceso triste de perder a una persona querida?
  2. ¿Qué pidió Francisco a Fray Ángelo y Fray León junto a su lecho de muerte?
  3. ¿Cuándo murió San Francisco y a qué edad?
  4. ¿Cuál fue la reacción de San Francisco al saber que moriría muy pronto?
  5. ¿Qué sucedió con las alondras cuándo murió San Francisco?

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