miércoles, 28 de mayo de 2014

5° ESM. De la Sub cultura de la exclusión a la cultura de la inclusión

El Franciscanismo rescata una serie de principios y valores que la sociedad en la cual vivimos, no solo ha  rechazado sino que ha negado. La visión franciscana del mundo reclama una cultura de del aquí estoy, del  cuenta conmigo y rechaza todo comportamiento deshumanizante, hoy plasmado en la subcultura de la  indiferencia y de la no presencia. 

Las sociedades actuales están formando a nuestros niños y jóvenes a apreciar lo pasajero y  los temporal: compromisos pasajeros; amores por momentos; pasiones por lo trivial y lo efímero frente a la  pasión por lo duradero, lo experiencial y lo vital.  Hemos llevado a los niños y a los jóvenes a un enorme individualismo, convirtiéndolos en muchas ocasiones en  personas indiferentes, emocionalmente frías e incomunicadas a pesar de tanta tecnología que las rodea. Los  hemos convertido en personas exigentes e intolerantes ante nosotros mismos, ante sus padres y su entorno.

Mediante el diálogo, la escuela franciscana está llamada a RESCATAR entre otros El  profundo sentido de entender la familia como un tesoro  y el de recomponer los vínculos que se han roto entre la familia y la  educación escolar, pues si la familia no está vinculada con la escuela, lo que ésta enseña, aquella lo borra.  
Educar para la vida es propiciar una pedagogía de acercamiento; es proponer una pedagogía en movimiento y  sugerir un humanismo misericordioso.

La educación franciscana debe RESCATAR una visión positiva de la belleza de la vida y de la felicidad. Necesitamos indiscutiblemente, construir una nueva cultura de la fiesta, de la felicidad y de la belleza

LA EXCLUSIÓN:
La exclusión de la que han sido víctimas la mayoría de los sectores sociales ha marcado una ola de violencia  histórica que se refleja cotidianamente en los barrios, en la familia, en las relaciones de pareja, en la escuela y  hasta en el parque que está cerca del colegio. Las dificultades para expresarse: Los niños y los jóvenes no siempre pueden expresarse libremente, ni mucho menos compartir sus experiencias y sus diversos gustos sobre la música, la moda, el deporte, la orientación sexual y las culturas juveniles, entre otros.

La falta de tolerancia:
Muchos conflictos entre estudiantes se generan principalmente por la falta de tolerancia frente a las diferentes  sub-culturas juveniles y en especial frente a la realidad de cada uno de ellos, si son muy altos o muy bajitos; si  son gordos o flacos; si son blancos, negros o indios; si estudian y dan rendimiento; si les gusta la música, la danza, la pintura o la poesía etc.

Las diferencias culturales:
Peleas entre los grupos por sus tendencias musicales, por sus preferencias deportivas o por ser fans de determinadas personas, grupos o por instituciones sociales, políticas y religiosas.

Pobreza y marginalidad:
La pobreza y marginalidad que enfrentan cientos de hogares de nuestros colegios y la vulneración de los  derechos económicos, sociales y culturales. Por ejemplo, padres y madres de familia que no cuentan con  condiciones dignas de trabajo: salario digno, jornada laboral adecuada, contratos que permitan estabilidad,  posibilidad de asociación, entre otras. Esta vulneración de derechos incide de manera directa en dinámicas  escolares.
La violencia intrafamiliar:
El maltrato a los niños y el abandono de uno de los padres. Frente a esta problemática vemos que las mujeres  son víctimas de violencia y agresión psicológica, física, sexual y económica por parte de sus parejas; también  los niños y niñas son víctimas de maltrato infantil por parte de sus padres o cuidadores primordiales.  

c) Francisco renuncia a las riquezas y al poder.
 Se debe renunciar a todo tipo de dominio, porque la riqueza y el poder crean la diferencia impidiendo la construcción de la fraternidad. La minoridad es hacerse pequeños, por más grandes que seamos, entre los hermanos, es servir al prójimo y obedecer a la autoridad. El pedagogo franciscano es servidor de sus discípulos y su pedagogía consiste en servir, es decir, enseñando con el ejemplo lo que todo hombre debe hacer: servir a los demás, es la forma más auténtica de amar al prójimo. “No vine a abolir las leyes sino a darles  plenitud”  (abrazo con el leproso)

 Debemos de trazar nuevos caminos para enfrentarla subcultura de la exclusión y entrar en otra nueva, la cultura franciscana de la inclusión.

Contesta las siguientes preguntas


  1. ¿Cómo están formando hoy en día  las nuevas sociedades a los niños y jóvenes?
  2. ¿De qué manera el franciscano puede rescatar el sentido de familia?
  3. Que es lo que la educación franciscana debe RESCATAR?
  4. ¿De qué manera se manifiesta la exclusión
  5. ¿Cómo afecta la falta de tolerancia a los jóvenes?
  6. ¿Qué dice San Francisco respecto a la riqueza y el poder?

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