jueves, 26 de abril de 2018

LA NOCHE DE ESPOLETO- EL SUEÑO DE SAN FRANCISCO DE SER CABALLERO


A la noche siguiente de haber dado sus vestidos al caballero noble pero pobre, cuando Francisco estaba sumergido en profundo sueño, la clemencia divina le mostró un precioso y grande palacio, en que se podían apreciar toda clase de armas militares, marcadas con la señal de la cruz de Cristo, dándosele a entender con ello que la misericordia ejercitada, por amor al gran Rey, con aquel pobre caballero sería galardonada con una recompensa incomparable. Y como Francisco preguntara para quién sería el palacio con aquellas armas, una voz de lo alto le aseguró que estaba reservado para él y sus caballeros. Al despertar por la mañana, como todavía no estaba familiarizado su espíritu en
descubrir el secreto de los misterios divinos, pensó que aquella insólita visión sería pronóstico de gran prosperidad en su vida. Animado con ello y desconociendo aún los designios divinos, se propuso dirigirse a la Pulla con intención de ponerse al servicio de un gentil conde, Gualterio de Brienne, que estaba al frente de las milicias de Inocencio III, y conseguir así la gloria militar que le presagiaba la visión contemplada. Emprendió poco después el viaje, dirigiéndose a Espoleto, y he aquí que de noche oyó al Señor que le hablaba familiarmente: «Francisco, ¿quién piensas podrá beneficiarte más: el señor o el siervo, el rico o el pobre?» A lo que contestó Francisco que, sin duda, el señor y el rico. Prosiguió la voz del Señor: «¿Por qué entonces abandonas al Señor por el siervo y por un pobre hombre dejas a un Dios rico?» Contestó Francisco: «¿Qué quieres, Señor, que haga?» Y el Señor le dijo: «Vuélvete a tu tierra, porque la visión que has tenido es figura de una realidad espiritual que se ha de cumplir en ti no por humana, sino por divina disposición».
Al despuntar el nuevo día, lleno de seguridad y gozo, vuelve apresuradamente a Asís, y, convertido ya en modelo de obediencia, espera que el Señor le descubra su voluntad. Desentendiéndose desde entonces de la vida agitada del comercio, suplicaba devotamente a la divina clemencia se dignara manifestarle lo que debía hacer

ACTIVIDAD:
Analiza, Reflexiona y Responda:
  1. Narra brevemente la Noche de Espoleto
  2. ¿Qué le dijo la misteriosa voz a Francisco?
  3. ¿Cuál fue la respuesta de francisco?
  4. ¿Qué sucedió cuando Francisco regreso a su tierra? ¿Qué problemas tuvo que enfrentar?
  5. ¿A qué atribuyes tú el cambio tan repentino que se obró en Francisco durante
  6. la noche del Espoleto?
  7. ¿Qué valor puede tener la reflexión, el silencio y la oración en los momentos de decisión?

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