En el siglo XII se
concretaron cambios fundamentales en la sociedad de la época: el
comienzo de las Cruzadas, el
incremento demográfico y la afluencia
del oro,
entre otros motivos, influyeron
en el incremento del comercio y el desarrollo de las
ciudades. La economía
seguía teniendo su
base fundamental en
el campo dominado
por el modo
de producción feudal, pero
los excedentes de
su producción se
canalizaban con mayor
dinamismo que en
la Alta Edad
Media. Aunque todavía no se estaba
produciendo una clara transición del feudalismo al capitalismo y
los estamentos privilegiados
(nobleza y clero)
seguían siendo los dominantes, como
lo fueron hasta
la Edad Contemporánea, los
burgueses (artesanos, mercaderes,
profesionales liberales y
hombres de negocios)
comenzaban a tener
posibilidades de ascenso social. La Iglesia,
protagonista de ese tiempo,
también se vio influenciada:
no eran pocas las críticas a algunos
de sus
ministros que se
preocupaban más por
el crecimiento patrimonial
y sus relaciones políticas de conveniencia. Debido
a ello, diversos movimientos religiosos surgieron en rechazo al estado de la iglesia en esa época o se dedicaron a
vivir más de acuerdo a los postulados de
una vida pobre y evangélica. Alguno de ellos
crecieron afuera de la institución y
vivieron a
su manera; éstas
fueron rechazadas hasta
el punto de
considerarlas herejes. Los
Cátaros, por ejemplo, predicaban entre
otras cosas el rechazo
a los sacramentos,
las imágenes y
la cruz. Otras
organizaciones como la
creada por Francisco
de Asís, por
el contrario, nacieron
bajo sumisión a
la autoridad católica.
1. ¿Cómo era la
época en que vivieron Francisco y Clara?
2.
¿En que se
basaba la economía de los reinos ?
3.
¿Qué era el
feudalismo y el capitalismo?
4.
¿Quiénes
conformaban los burgueses?
5.
Explica ¿Qué sucedía
con la iglesia católica?
6.
¿Quiénes eran
los Cátaros y que se dedicaban? ¿Eran amigos o enemigos de la iglesia?
SANTA CLARA DE ASÍS
Clara nació
en 1194, siendo bautizada en
la catedral de
San Rufino, allí donde
Francisco recibió el nombre de
Juan. De su madre, Clara aprendió los
primeros rudimentos de la fe, la
compasión por los pobres y el gusto por la vida de piedad y
de oración. Muy
pronto comenzó a
privarse de alimentos
para darlos a los pobres y, aunque lo hacía en forma oculta, la
noticia de su bondad se extendió a todo
el pueblo. Es difícil determinar la época del nacimiento de la
vocación de Clara. Según su biógrafo, la
vocación de Clara
está ligada al
hecho de "haber
oído hablar a Francisco, ya
famoso, que, como
hombre nuevo, renovó
el camino de
la perfección, ya que ésta había
desaparecido del mundo". En el
domingo de Ramos de 1212, Clara fue
a la Catedral
para las ceremonias
litúrgicas. Absorta en sus oraciones, no
se dirigió al
obispo
para buscar su
ramo. El obispo,
entonces, descendió de las gradas del
presbiterio y fue
hasta Clara, depositando
el ramo en sus manos.
Aquella misma noche,
de acuerdo a
lo convenido con Francisco,
Clara huyó de la casa, y dirigiéndose a
la Porciúncula, deja que le
cortaran el cabello,
como signo de la vida
de penitencia que comenzaba. A
partir de ese momento,
Clara fue conducida enseguida al monasterio de San Pablo, situado en las
proximidades de la
actual Bastia, donde
permaneció por algunos
días. Ahí tuvo
que enfrentar a
los parientes que
querían llevarla de
vuelta a su
casa. Después de
lo cual fue
llevada a otro
monasterio benedictino, San
Angel de Panzo. Dieciséis días después de su fuga a
este monasterio, recibió a su hermana Inés.
La furia de los parientes se dirigió ahora, también en vano, contra Inés. La permanencia en
ese lugar fue
igualmente corta. De
ahí Clara se trasladó
a San Damián, donde permanecería hasta el fin de su
vida. Durante los tres
primeros años en San
Damián,
Clara vivió bajo
la directa dependencia de Francisco. El Concilio IV de
Letrán (1215) prohibió por decreto la fundación de
nuevas órdenes. Cualquier nueva
fundación debería vivir según alguna Regla
ya existente, o de san Benito o
de san Agustín.
Así, pues, Clara
debía adoptar la
Regla benedictina como
base canónica. Como
la vocación de Clara
era vivir el Evangelio a la manera de san Francisco y no a la manera de san Benito,
ella consiguió del
Papa Inocencio III,
en 1216, el
privilegio de la pobreza; esto
es, no obstante
aceptar la estructura
benedictina, podía vivir
la pobreza absoluta sin
-posesiones ni rentas.
SAN
FRANCISCO DE ASÍS
Nació en
Asís (Italia), el año 1182.
Después de una
juventud disipada en diversiones, se
convirtió, renunció a
los bienes paternos
y se entregó
de lleno a Dios. Abrazó
la pobreza y vivió
una vida evangélica, predicando a todos el amor de
Dios. Dio a
sus seguidores unas
sabias normas, que luego fueron
aprobadas por la Santa Sede.
Inició también una
Orden de religiosas
y un grupo
de penitentes que vivían
en
el mundo, así
como la predicación entre los infieles. Murió el año
1226. Ciertamente no existe
ningún santo que sea tan
popular como él
tanto entre católicos como entre los protestantes y
aun entre los
no cristianos. San
Francisco de Asís cautivó la imaginación de sus
contemporáneos presentándoles la pobreza, la
castidad y la obediencia con la pureza y fuerza de un testimonio
radical. Llegó
a ser conocido como el
Pobre de Asís por su
matrimonio con la Pobreza, su
amor por los pajarillos y toda la naturaleza. Todo ello refleja un alma en la
que Dios
lo era todo
sin división, un
alma que se
nutría de las
verdades de la
fe católica y
que se había
entregado enteramente, no sólo a
Cristo, sino a
Cristo crucificado. Su padre, Pedro Bernardone, era comerciante. El nombre de su madre
era Pica y algunos autores afirman que pertenecía a
una noble familia de la Provenza. Tanto el
padre como la
madre de Francisco
eran personas acomodadas.
Pedro Bernardone comerciaba
especialmente en Francia. Como se hallase en dicho país cuando nació su hijo,
las gentes le
apodaron "Francesco" (el
francés), por más que
en el bautismo recibió el nombre de Juan. En su juventud, Francisco era muy dado
a las románticas
tradiciones caballerescas que propagaban los
trovadores. Disponía de dinero en
abundancia y lo gastaba pródigamente, con ostentación. Ni los negocios de su padre, ni los estudios le interesaban mucho, sino el
divertirse en cosas vanas que comúnmente
se les llama "gozar de la vida". Sin embargo, no era de costumbres licenciosas y acostumbraba a
ser muy generoso con los pobres que le
pedían por amor de Dios.
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