Nació el 1207. Era hija del Rey Andrés II y Gertrudis de
Andechs-Merania. Perdió a su madre siendo muy joven, en 1213, dejando arreglado
el matrimonio de su hija. Aquel matrimonio fue un arreglo político con el hijo
mayor de Herman, rey de Polonia.
Cuando la niña tenía unos cuatro años, sus padres la
enviaron al castillo de Wartburg, cerca de Eisenach, para que se educase en la
corte de Turingia con su futuro esposo. Durante su juventud, Isabel hubo de
soportar la hostilidad de algunos miembros de la corte que no apreciaban su
bondad; pero en cambio, el joven Luis se enamoró cada vez más de ella Isabel se
casó con Luis de Turingia-Hesse en 1221 y parecía un matrimonio feliz. A su
esposo no le preocupó mucho el reparto de las riquezas que hacía Isabel entre
los pobres, pues era parte de una acción caritativa que traía la recompensa
eterna. Según los cronistas, Isabel era hermosa, elegante, morena, seria,
modesta, bondadosa en sus palabras, fervorosa en la oración, muy generosa con
los pobres y llena siempre de bondad y de amor divino. Se dice también que era
modesta, prudente, paciente y leal. Su pueblo la amaba.
En 1221, cuando Luis tenía veintiún años y había heredado ya
de su padre la dignidad de landgrave e Isabel tenía catorce, se celebró el
matrimonio, a pesar de que algunos habían aconsejado a Luis que hiciese volver
a Isabel a Hungría, pues la unión no les convenía. El joven declaró que estaba
dispuesto a perder una montaña de oro antes que la mano de Isabel. La liberalidad
de Isabel era tan grande, que en algunas ocasiones provocó graves críticas.
En 1226, se dejó ver la fuerza de la naturaleza con grandes
inundaciones, además del hambre y las plagas que se produjeron. Isabel tomó el
control de los asuntos del reino y utilizó casi todo el dinero y el grano que
se almacenó para ayudar a los más necesitados, a consecuencias de aquellos
desastres. Para aquel momento, su esposo Luis, estaba de viaje y al volver, los
trabajadores del castillo se quejaron de la libertad de su esposa. El, con
paciencia, preguntó si había vendido algunos territorios del reino, a lo que
ellos respondieron que no. Entonces dijo una frase que se menciona siempre al
hablar de este momento: "Sus liberalidades atraerán sobre
nosotros la misericordia divina. Nada nos faltará mientras le permitamos
socorrer así a los pobres".
Su esposo falleció en Otranto (Italia) el 11 de septiembre
de 1227 por la peste cuando se dirigía a la sexta cruzada. El dolor profundo
por la muerte de su esposo la llevó a decir que "el mundo y cuanto
había de alegre en el mundo está muerto para mí". Luego de eso, su
vida se tornó oscura pues su cuñado Enrique botó del castillo a Isabel, a sus hijos
y dos criados, para apoderarse del gobierno del reino. Algunos afirman que fue
despojada de su casa en Marburgo de Hesse y que abandonó el castillo de
Wartburg. Entonces fue a visitar a su tío Eckemberto, obispo de Bamberga, quien
puso a su disposición su castillo de Pottenstein. Así, los parientes de Santa
Isabel le proporcionaron lo necesario para vivir.
El viernes santo de ese año, la viuda renunció formalmente
al mundo en la iglesia de los franciscanos de Eisenach. Más tarde, tomó el
hábito de la Tercera Orden de San Francisco. A dirigió a vivir en Wehrda, a
orillas del río Lahn. Más tarde, construyó una casita en las afueras de
Marburgo y ahí fundó una especie de hospital para los enfermos, los ancianos y
los pobres y se consagró enteramente a su servicio.
Isabel murió con 24 años de edad en 1231. Los milagros vinieron
desde el mismo día de su muerte. A un hombre que se rompió el brazo en un
accidente, estaba postrado en cama con terribles dolores. En eso, vio aparecer
a Isabel con trajes hermosos. Él le dijo que cómo era 31 posible que se viera
tan hermosamente vestida si siempre había tenido trajes tan pobres. Ella, mientras
lo curaba, le dijo que se iba directamente a la gloria, que había muerto en la
tierra. Quedó curado. Dos días después de su entierro, llegó al sepulcro de
Santa Isabel, un monje cisterciense con fuertes dolores al corazón y ningún
médico había logrado aliviarle el dolor. Se arrodilló, le rezó a la santa y de
un momento a otro, el dolor y su enfermedad habían quedado curados.
Su primer asesor espiritual, Maese Conrado, reunió
testimonios para canonizarla pero falleció antes de que el Papa Gregorio IX la
canonizara en 1235, cuatro años después del fallecimiento de la santa. Durante
la ceremonia se la llamó "La mujer más grande de la Edad Media
alemana".
La iglesia en que reposaban las reliquias de la santa fue un
sitio de peregrinación hasta 1539, año en que el rey protestante, Felipe de
Hesse, las trasladó a un sitio desconocido.
Para resolver
1. ¿Cómo era Isabel y qué cualidades tenía?
2. ¿En qué circunstancia se casó Isabel con el príncipe Luis de
Turingia?
3. Menciona las actitudes que tuvo Santa Isabel de Hungría con
las demás personas
4. ¿Qué sucedió cuando murió el esposo de Isabel?
5. ¿Qué sucedió con las reliquias de Santa Isabel de Hungría en
1539?
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