martes, 9 de septiembre de 2014

3° ESM Santa Isabel de Hungría.


Nació el 1207. Era hija del Rey Andrés II y Gertrudis de Andechs-Merania. Perdió a su madre siendo muy joven, en 1213, dejando arreglado el matrimonio de su hija. Aquel matrimonio fue un arreglo político con el hijo mayor de Herman, rey de Polonia.

Cuando la niña tenía unos cuatro años, sus padres la enviaron al castillo de Wartburg, cerca de Eisenach, para que se educase en la corte de Turingia con su futuro esposo. Durante su juventud, Isabel hubo de soportar la hostilidad de algunos miembros de la corte que no apreciaban su bondad; pero en cambio, el joven Luis se enamoró cada vez más de ella Isabel se casó con Luis de Turingia-Hesse en 1221 y parecía un matrimonio feliz. A su esposo no le preocupó mucho el reparto de las riquezas que hacía Isabel entre los pobres, pues era parte de una acción caritativa que traía la recompensa eterna. Según los cronistas, Isabel era hermosa, elegante, morena, seria, modesta, bondadosa en sus palabras, fervorosa en la oración, muy generosa con los pobres y llena siempre de bondad y de amor divino. Se dice también que era modesta, prudente, paciente y leal. Su pueblo la amaba.

En 1221, cuando Luis tenía veintiún años y había heredado ya de su padre la dignidad de landgrave e Isabel tenía catorce, se celebró el matrimonio, a pesar de que algunos habían aconsejado a Luis que hiciese volver a Isabel a Hungría, pues la unión no les convenía. El joven declaró que estaba dispuesto a perder una montaña de oro antes que la mano de Isabel. La liberalidad de Isabel era tan grande, que en algunas ocasiones provocó graves críticas.

En 1226, se dejó ver la fuerza de la naturaleza con grandes inundaciones, además del hambre y las plagas que se produjeron. Isabel tomó el control de los asuntos del reino y utilizó casi todo el dinero y el grano que se almacenó para ayudar a los más necesitados, a consecuencias de aquellos desastres. Para aquel momento, su esposo Luis, estaba de viaje y al volver, los trabajadores del castillo se quejaron de la libertad de su esposa. El, con paciencia, preguntó si había vendido algunos territorios del reino, a lo que ellos respondieron que no. Entonces dijo una frase que se menciona siempre al hablar de este momento: "Sus liberalidades atraerán sobre nosotros la misericordia divina. Nada nos faltará mientras le permitamos socorrer así a los pobres".

Su esposo falleció en Otranto (Italia) el 11 de septiembre de 1227 por la peste cuando se dirigía a la sexta cruzada. El dolor profundo por la muerte de su esposo la llevó a decir que "el mundo y cuanto había de alegre en el mundo está muerto para mí". Luego de eso, su vida se tornó oscura pues su cuñado Enrique botó del castillo a Isabel, a sus hijos y dos criados, para apoderarse del gobierno del reino. Algunos afirman que fue despojada de su casa en Marburgo de Hesse y que abandonó el castillo de Wartburg. Entonces fue a visitar a su tío Eckemberto, obispo de Bamberga, quien puso a su disposición su castillo de Pottenstein. Así, los parientes de Santa Isabel le proporcionaron lo necesario para vivir.

El viernes santo de ese año, la viuda renunció formalmente al mundo en la iglesia de los franciscanos de Eisenach. Más tarde, tomó el hábito de la Tercera Orden de San Francisco. A dirigió a vivir en Wehrda, a orillas del río Lahn. Más tarde, construyó una casita en las afueras de Marburgo y ahí fundó una especie de hospital para los enfermos, los ancianos y los pobres y se consagró enteramente a su servicio.

Isabel murió con 24 años de edad en 1231. Los milagros vinieron desde el mismo día de su muerte. A un hombre que se rompió el brazo en un accidente, estaba postrado en cama con terribles dolores. En eso, vio aparecer a Isabel con trajes hermosos. Él le dijo que cómo era 31 posible que se viera tan hermosamente vestida si siempre había tenido trajes tan pobres. Ella, mientras lo curaba, le dijo que se iba directamente a la gloria, que había muerto en la tierra. Quedó curado. Dos días después de su entierro, llegó al sepulcro de Santa Isabel, un monje cisterciense con fuertes dolores al corazón y ningún médico había logrado aliviarle el dolor. Se arrodilló, le rezó a la santa y de un momento a otro, el dolor y su enfermedad habían quedado curados.

Su primer asesor espiritual, Maese Conrado, reunió testimonios para canonizarla pero falleció antes de que el Papa Gregorio IX la canonizara en 1235, cuatro años después del fallecimiento de la santa. Durante la ceremonia se la llamó "La mujer más grande de la Edad Media alemana".

La iglesia en que reposaban las reliquias de la santa fue un sitio de peregrinación hasta 1539, año en que el rey protestante, Felipe de Hesse, las trasladó a un sitio desconocido.

Para resolver
1.       ¿Cómo era Isabel y qué cualidades tenía? 
2.      ¿En qué circunstancia se casó Isabel con el príncipe Luis de Turingia?
3.      Menciona las actitudes que tuvo Santa Isabel de Hungría con las demás personas
4.      ¿Qué sucedió cuando murió el esposo de Isabel?

5.      ¿Qué sucedió con las reliquias de Santa Isabel de Hungría en 1539?

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